Y van dos años. Ese es el tiempo que Cáceres lleva esperando tener un nuevo centro de día que estaría ubicado junto a la Escuela de Enfermería. Hay terrenos (en el campus), hay dinero (600.000 euros, de la Junta), hay proyecto, pero no hay centro. Lentos trámites burocráticos, lanzamiento de pelotas a tejados de diversas administraciones, promesas, encuentros institucionales, pero nada de nada.

En marzo del año 2005, Enfermería, a la sombra de una incipiente Ley de Dependencia pensó en levantar un centro de día con un concepto semejante al de los antiguos hospitales universitarios. Es decir, centros en los que se cumpliera una triple función: prácticas para los alumnos, investigación para el profesorado y cubrir una necesidad social, en el caso de Cáceres la de personas mayores con problemas de dependencia tales como la demencia senil, el alzhéimer u otras patologías. Pero además, el centro proporcionaría el aparataje y los elementos técnicos necesarios para los enfermos, personas con minusvalías.

El proyecto tendría carácter suprarregional (en Andalucía, por ejemplo, no existe un centro de estas características, en Extremadura tampoco), según indica el director de la escuela, Antonio Galindo. Así las cosas, el proyecto se presentó a la entonces consejera de Bienestar Social, Leonor Flores, que acogió de buen grado la iniciativa. Tanto es así, que el gobierno regional pide a la universidad que le ceda los terrenos. El consejo de gobierno de la Uex, con fecha de 22 de septiembre del 2005, aprueba la cesión.

Cumplido el trámite, el secretario general técnico de la consejería solicita del anterior alcalde, José María Saponi, el permiso necesario para iniciar las obras. En febrero del 2006 la primera respuesta del ayuntamiento es que el terreno tiene una calificación docente y, por tanto, como se trata de un centro mixto (asistencial y docente investigador) proceden dos soluciones para resolver el trámite: que se actúe a través de un PIR (Proyecto de Interés Regional) o que se modifique el Plan General de Ordenación Urbana.

A este respecto, Galindo recuerda que existen precedentes en la universidad de terrenos que deberían haber tenido también esa clasificación (el clínico veterinario, por ejemplo). La Uex envía al ayuntamiento escritos exponiendo precisamente este asunto, incluso Saponi recibe a los interlocutores universitarios pero el cambio de gobierno vuelve a paralizar el proyecto, aunque cierto es que el 1 de agosto del 2006 (con Joaquín Rumbo, del PP, como alcalde en funciones) la junta local de gobierno acuerda incoar expediente para la modificación puntual del PGOU.

La actual alcaldesa, Carmen Heras, también ha recibido a los dirigentes universitarios. Hace 15 días se entrevistó precisamente con el rector, Francisco Duque, y se abordó esta cuestión. Sin embargo el conflicto sigue "enconado", según recuerda Galindo. "A la Uex se nos acusa a veces de poco compromiso y esto es un ejemplo claro de compromiso con la sociedad cacereña".