Lluvia de músicas

Womad 2010 recibió ayer una lluvia de músicas durante la tercera jornada del festival. Ni el agua que cayó sobre el casco histórico en algunos momentos de la tarde consiguió parar la fiesta que el público disfrutó de lo lindo con los ritmos de Angola, Reino Unido, España, La India o Extremadura.

De nuevo, el certamen multiétnico demostró su poder de convocatoria y logró atraer, al igual que en la jornada del pasado jueves, a los espectadores al recinto monumental. Mientras sonaba Amparo Sánchez, uno de los platos fuertes del cartel a las 21.30 horas, la plaza Mayor ya aparecía cubierta en tres cuartos de su aforo, con cerca de 5.000 personas bebiendo y bailando.

La inestabilidad meteorológica de la jornada de ayer solo se dejó sentir con fuerza en el estreno del escenario de la plaza Mayor, donde la banda extremeña Los Increíbles Alfalfadores derrocharon fuerza y energía para hacer brincar al público con su apuesta divertida por el ska, el rock y la pachanga. Empezó a llover, pero dio igual. A las 19.30 horas, una parte del auditorio se refugió en los soportales, pero otra se quedó para aguantar el chaparrón a golpe de saltos.

Fue la mejor manera de demostrar que otra lluvia, la de las músicas, presagiaba una gran tarde de Womad. Y así fue. Un paseo por los escenarios, cubiertos con toldos, hizo patente la entrega del público, sobre todo cuando el cielo se abrió para dar rienda suelta a la fiesta. Llegó el angoleño Waldemar Bastos para poner patas arriba la plaza de San Jorge con su dulzura hecha de afropop y fado portugués. Antes de que lloviera, Spiro, formación británica con sonido contemporáneo, habían hecho bueno el sonido de guitarras, acordeones, mandolinas y violines.

AIRES FRANCESES En Las Veletas, el tercer escenario del certamen, había recibido la visita de los virtuosos integrantes de Speed Caravan, mezcla de sangre argelina y francesa, al ritmo del laúd árabe. Este espacio, el más recogido e íntimo, también sirvió de escaparate para otra formación extremeña nacida en La Vera. L´mentos fusionó el folk tradicional con las músicas renacentistas, medievales y mediterráneas demostrando que, una vez más, Extremadura tiene mucho que decir cuando sube a las tablas de un certamen.

Y empezó a anochecer con el suelo ya seco de tantas pisadas del público que fue llegando hasta la plaza Mayor, corazón del festival. Allí estaba, fiel a su cita, Amparo Sánchez, ex de Amparanoia, que ya en solitario se encargó de recordar que ya había pisado con su grupo un Womad cacereño cuando estaba, además, esperando un hijo.

La artista andaluza fue desgranando los temas de su primer trabajo, Tucson Habana , en los que gritó contra el maltrato a la mujer o pidió más respeto para el planeta en el que vivimos.

Y así fue llegando la oscuridad y las luces en los escenarios, donde otra de las bandas más esperadas, Giulia y los Tellarini, elegida por Woody Allen para la banda sonora de Vicky Cristina Barcelona , deleitaron a un público deseoso de escuchar la canción con la que Javier Bardem, Penélope Cruz y Scarlett Johansson se enamoraron. Ellos también hubieran disfrutado con la lluvia de músicas de Womad.