La alcaldesa solicita a la CHT que actúe en la Ribera tras los daños

La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, instó ayer a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) a que actúe en la Ribera del Marco y dé salida a la inversión de 6 millones de euros que tiene presupuestados para mejorar este entorno. La regidora hizo estas manifestaciones tras la visita que giró a las huertas afectadas por el temporal. Durante el recorrido conoció de primera mano las inquietudes de tres hortelanos, Juan Mozo, Miguel Vaz y especialmente Julio Rebollo, el único de los tres que tiene en la Ribera su exclusivo medio de vida.

La de los Rebollo es una familia de la Ribera de toda la vida. El abuelo fue hortelano, el padre también lo es y ahora es Julio Rebollo, que vive a los pies del cauce, en puente Vadillo, muy cerca del transformador. Donde tienen la huerta tienen la casa, él, su mujer, María Jesús Pulido y su madre, Josefa García. Tienen 4 hijos. Ayer, su mujer, María Jesús, aseguraba que la cosecha de todo el año se ha perdido: tomates, berenjenas, repollos, nada sirve; los granizos atravesaron frutas y verduras. "No tenemos seguro porque con los gastos que hay en estos tiempos nos resulta imposible", lamentaba María Jesús, que sí pidió a las autoridades una limpieza regular del cauce, de los tragantes y de la carretera.

La alcaldesa insistió en que la CHT "debe poner el dinero". Heras comentó que solicitará una entrevista con la nueva presidenta de Confederación.

Mientras tanto, ayer continuó el dispositivo especial para retirar la suciedad acumulada por la tromba de agua, integrado por 250 personas. Siguió quitándose hielo de zonas como los jardines de Arapiles, en San Blas.

En todo caso, las tareas de recuperación se centran fundamentalmente en retirar los restos de lodo y baldear las calles para que queden limpias. Estos trabajos se desarrollaron durante toda la jornada en la estación de autobuses, Rodríguez de Ledesma, Mejostilla, la Ronda del Matadero y en el acceso al crematorio.

Además se intensificó la retirada de hojas del suelo y se han puesto en funcionamiento algunas de las fuentes ornamentales, que se desactivaron el viernes para evitar que la suciedad atascara los mecanismos de regeneración del agua. Ya funcionan en Cánovas.