"El mercado franco está enterrado. Estamos perdiendo mucho dinero. Las ventas han bajado un 70-80 por ciento. Estoy pensando no volver después de verano. Estamos tirando los precios y los productos. Hay gente que a las 12.00 horas está desmontando el puesto". Estas son las frases más repetidas entre los comerciantes del mercado franco desde que hace seis meses el Ayuntamiento de Cáceres decidiera trasladar el popular mercado a las Vegas del Mocho. Y es que los usuarios han dejado de acudir, lo que ha provocado un descenso del 70% de las ventas.

Durante este tiempo los comerciantes han mantenido diversas conversaciones con el consistorio local para intentar que les trasladen a otro lugar. Porque todos los vendedores del mercado franco coinciden en que el principal culpable del enorme descenso que experimentan las ventas cada miércoles ha sido el cambio de ubicación y no el nuevo mercado de los sábados. "Los usuarios no vienen porque esto está lejísimos. Necesitan coche para venir porque además el transporte público no es muy bueno", comenta Javier Alvarado, uno de los vendedores.

José Antonio Granados, que también tiene un puesto, explica que los ciudadanos acuden al mercado para comprar frutas y verduras a un precio más barato, "pero si se ahorran cinco euros en la compra y tienen que pagar 100 por la multa que le ponen los municipales porque aparcan mal, pues lógicamente no les sale rentable". Y es que Granados entiende que los usuarios aparquen donde "buenamente puedan" porque "encontrar un sitio para estacionar aquí es un milagro", manifiesta.

Pero el problema de los aparcamientos no es porque no haya, sino porque, como afirman varios comerciantes, hay calles cerradas al tráfico. "Hay tres calles que están totalmente libres pero la policía no deja aparcar. De hecho, las cierran para que no puedan acceder ciudadanos".

La lejanía, sumada a la mala combinación del transporte público y al grave problema del estacionamiento del vehículos, hace que los usuarios estén dejando de ir al mercado y los comerciantes se estén planteando dejar los puestos si el ayuntamiento no les cambia a otro emplazamiento. "Nos tienen que llevar a un lugar más céntrico al que la gente pueda ir andando", asegura David Morán, vendedor.

Otros damnificados

Pero no solo los comerciantes se quejan de las malas condiciones de las Vegas del Mocho. Los usuarios tampoco están de acuerdo con esta nueva ubicación del mercado franco. "A los mercados va mucha gente mayor y no pueden venir porque el trasporte público no llega", afirman.

Además, comentan que "es normal que los comerciantes quieran irse porque están perdiendo dinero", manifiesta María Pérez. En cuanto al estacionamiento, ciudadanos consultados afirman que encontrar aparcamiento es "misión imposible". Aunque para Laida Villalba no es problema ya que, dice, "donde estaba antes tampoco era fácil encontrar sitio. El problema es que es grande y no está bien organizado".