El decálogo de la Policía Nacional

La tolerancia, la convivencia y el respeto mutuo deben ser virtudes de la vida universitaria.

Los actos de integración deben fomentar la participación de los nuevos miembros en la vida universitaria.

Ante las novatadas, tolerancia cero.

La ridiculización, el sometimiento, la humillación y la extorsión no son actos de integración.

No se denuncian por miedo al aislamiento, la vergüenza, la culpa o a ser señalado como chivato.

Si las presencias, no las permitas, actúa.

La línea entre un acto de integración y uno constitutivo de delito es muy fina.

Humillar, coartar, agredir física, sexual o psicológicamente, vulnerar la intimidad o causar daños en propiedad ajena son conductas delictivas.

Serán sancionados el consumo de alcohol y sustancias estupefacientes; el deslucir, ensuciar y dañar inmuebles y muebles públicos y privados; la falta de respeto y consideración a los agentes de autoridad y la exhibición de objetos peligrosos para la vida e integridad física.

Estos delitos tienen penas de cárcel o multas.