Una campaña en los pueblos de Cáceres sirve para defender la orientación sexual

En 78 países del mundo ser homosexual o transexual está castigado con pena de cárcel, en ocho de ellos con pena de muerte. Aún existen lugares donde se practican violaciones curativas para lesbianas a las que obligan a mantener relaciones sexuales forzadas con hombres, y terapias electroconvulsivas, popularmente conocidas como electroshocks, llamadas de conversión, reparativas o de reorientación sexual para "curar a los gays", afirman quienes las aplican sin piedad ni rigor científico alguno.

No es lo mismo ser gay en una gran ciudad que en un pueblo. Falta aún "permeabilidad", decía ayer José Maria Núñez, presidente de la Fundación Triángulo, entidad con la que la Diputación de Cáceres ha vuelto a suscribir "un convenio muy especial", definió la presidenta provincial, Charo Cordero, minutos antes de la rúbrica. 21.000 euros que servirán para poner en pie "Sumando Libertades", con actividades que comenzarán el próximo mes de octubre. Un año de acción enmarcado dentro de una campaña de sensibilización de Educación para el Desarrollo. Sensibilizar a la población para proteger los derechos humanos, la igualdad, la orientación del deseo.

Y qué mejor que aplicar esta campaña en las mancomunidades: ciclos de conferencias, publicaciones, actos diversos y, para destacar, una exposición de 12 artistas cacereños comisariados por Marce Solís. Al menos un pueblo de cada mancomunidad cacereña disfrutará de esta muestra a la que se da ya los últimos retoques. Mostrará la realidad social del mundo LGTB y podrá verse desde octubre.