Deseos de paz

Hoy mismo en Plasencia la Plataforma de Refugiados tiene convocada una concentración para pedir la paz en Siria. El próximo sábado, por decimoquinto año consecutivo, la parroquia de Guadalupe y la Delegación Diocesana de Ecumenismo y Relaciones Interconfesionales, junto a otros representantes de iglesias cristianas y otras religiones, han convocado en Cáceres la marcha de ‘Todas las religiones por la paz’ que esta vez tiene como lema «Caminamos juntos con la luz de la paz». Desde 1968 el 1 de enero el Papa viene convocando la ‘Jornada Mundial de la Paz’ y en torno al día 30 --fecha en la que murió Gandhi--, docentes y escolares tendrán la paz como tema importante. Y a todos se nos encoge el corazón frente a las imágenes de la ciudad de Alepo y otros muchos lugares donde la violencia y la guerra van destruyendo indiscriminadamente toda vida humana.

Es muy importante que todos expresemos nuestro deseo de paz; pero, como ocurre con otros grandes ideales, la paz puede quedar reducida a una bonita palabra y hasta ser manipulada, cuando simplemente la evocamos sin construirla día a día; si repetimos rutinariamente la palabra sin ofrecerle contenido. Podemos proclamarla como palabra sagrada, pero seguimos olvidando o profanando sus presupuestos, que son la verdad, la justicia, la libertad y la solidaridad. Si estos valores se ponen en baja en una sociedad y en la conciencia de las personas, la paz queda fuertemente amenazada. Cuando existe un orden socioeconómico injusto puede darse una falsa paz que cualquier día puede derivar en violencia. Y es que la paz es el resultado de un orden justo y no la premisa. No es fruto de la «cultura del tener», sino de la «cultura del ser», porque «la avaricia y la paz --como escribió Erich Fromm-- se excluyen mutuamente».

Paz. Que ésta palabra tan noble y a la vez tan enraizada en la Biblia, en los mensajes de los últimos Papas y en el corazón de las personas de buena voluntad, recupere su credibilidad mediante el ejercicio constante de las condiciones que la pueden hacer: la verdad, la justicia la libertad y la solidaridad.