Detrás de las continuas faltas de asistencia a clase no suele haber una causa, sino varias que se entrelazan y merman las oportunidades de estos alumnos frente a los demás. A la ausencia de habilidades sociales y a la poca autoestima ante los compañeros, incluso a la existencia de algún episodio de acoso en el centro docente, a veces se une la falta de comunicación entre padres e hijos o simplemente una falta de interés suficiente de los mayores por la formación de los menores. Además, el entorno social también influye, sobre todo si el alumno se mueve en círculos que muestran escaso interés por el aprendizaje, o no valoran la educación como algo importante. Si además los amigos tampoco son el mejor ejemplo, el niño, y sobre todo el adolescente, tienen mayor riesgo de dejar su pupitre vacío.

Los estudios sobre el absentismo ponen énfasis en que se trata de un círculo vicioso: cuanto más falta el alumno, menos entiende y más desconectado se encuentra del aula, lo que le incita a ausentarse todavía más. Poco a poco disminuye su habilidad de aprendizaje, el rendimiento va bajando y aparece la frustracción.

Existe otra consecuencia derivada y grave. Además de no aprender al ritmo de los niños de su edad, estos alumnos tienen más tiempo libre que no está supervisado por adultos, por tanto con mayor probabilidad de involucrarse en actividades nada recomendables como el abuso de sustancias que perjudican su salud (tabaco, alcohol, drogas...), actos de vandalismo y otros riesgos. Son chavales que pueden desarrollar trastornos de conducta (actitud de superioridad, reacciones violentas...), sobre todo si tampoco existen buenas relaciones familiares.

Más allá del presente, el absentismo está coartando el futuro de quienes lo padecen, puesto que sus oportunidades serán menores a la hora de querer reiniciar los estudios, en la medida en que arrastran peores calificaciones y menos formación de base. Por no hablar de la probabilidad de obtener menores salarios el día de mañana, y del riesgo de desempleo, si la vuelta a las aulas nunca se retoma.