El Novenario llega a su fin

Cáceres dice 'hasta pronto' a la Virgen de la Montaña en una veloz Subida marcada por la lluvia

La patrona salió a las 9.00 horas de la concatedral de Santa María. Pasadas las 11.00 devolvió el bastón de mando al alcalde para enfilar el camino del santuario

El 5 de septiembre habrá una Bajada extraordinaria con motivo del Centenario de la Coronación Canónica

Cáceres dice 'hasta pronto' a la Virgen de la Montaña

Carlos Gil

Minutos antes de las 9 de la mañana, el paseo de Cánovas y las calles de la parte antigua se convirtieron en un bullir de gente de camino a la concatedral de Santa María para decir 'hasta pronto' a la Virgen de la Montaña. Cientos de cacereños se despidieron de la patrona en una veloz procesión de Subida marcada por la lluvia que comenzó a las 9.00 horas con la salida del templo. Los cofrades eran conocedores de que la Aemet pronosticaba agua para la mañana del domingo y trataron de celebrar la última cita del Novenario de la forma más rápida posible. Pasadas las 10.30 horas comenzaron a caer las primeras gotas de agua y un plástico impermeable refugió a la patrona durante el resto de la procesión. Fue a las 11.05 cuando enfiló la calle Fuente Concejo a paso rápido tras devolver el bastón de mando al alcalde, Rafael Mateos, y entonar La Salve de despedida, en presencia del obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Jesús Pulido Arriero. La espera no será muy larga. La Virgen tendrá una Bajada extraordinaria de un mes que iniciará el 5 de septiembre con motivo del Centenario de la Coronación Canónica (12 de octubre).

Salida de Santa María

Después de la misa de comunión oficiada por monseñor, la Virgen de la Montaña abandonó la concatedral para poner rumbo al santuario entre los sones de la Banda Municipal de Cáceres. Tras el repique de campanas y los compases del Himno de España, la patrona salió del templo entre vítores y aplausos. Fue el turno del primer turno, con Santos Benítez Floriano como jefe de paso, el que tuvo el honor de levantar el trono a la salida.

La talla estuvo acompañada durante el recorrido hasta Concejo por representantes de las instituciones locales y regionales. Encabezada por el alcalde, Rafael Mateos, en la procesión también participaron ediles del consistorio de los grupos municipales del PP, del PSOE (con la portavoz Belén Fernández a la cabeza) y Vox (acudió el cabeza de lista, Eduardo Gutiérrez). Además, participó el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Cáceres, Rafael Roldán Parra; mandos del Cefot; la consejera de Hacienda, Elena Manzano; el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García; o la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María Félix Tena, entre otros.

Llegada de la Virgen al santuario de la Montaña

El Periódico

Arco de la Estrella

Apenas 10 minutos tardó la patrona en llegar al Arco de la Estrella, donde se produjo el primer relevo en la carga de la patrona (con el turno segundo, que preside Antonio Bazo). Son los hermanos, divididos en 4 turnos de 30 hermanos hasta sumar los 120 que cargan a la Virgen, los que portan las andas de plata de 120 kilos de peso adquiridas en los años 60 en un taller sevillano.

Lucía la Virgen de la Montaña el manto número 110 de su extensa colección, donado en 2003 por los hermanos de carga de la cofradía, año en el que lo estrenó también para la Subida. Fue confeccionado por 'Industrias Artesanas Bordadas', de Valencia, y es de raso, color azulina, bordado, pasamanería y flecos en oro. Por sus dimensiones, solamente puede ser utilizado en desfiles procesionales. Portaba, como es tradición, la corona circular de plata dorada, réplica de la Corona Buena que los cacereños regalaron a la patrona con motivo de su Coronación Canónica en 1924. Hecha por el orfebre Félix Granda en sus talleres de Madrid, esa pieza única de incalculable valor, que la Virgen luce solo durante el Novenario, está custodiada en la caja fuerte de una entidad financiera. Fue realizada con oro, plata, rubíes, esmeraldas y piedras preciosas donadas por los cacereños.

Plaza Mayor

En la llegada a la plaza Mayor, la Cacereña Bonita, con un exorno floral compuesto por margaritas, helechos, lilium, paniculatas y rosas de color blanco y rosa, fue recibida por cientos de cacereños. Tras el tradicional saludo al ayuntamiento, el grupo de folclore Trébol estrenó, como novedad de la Procesión de Subida, la jota 'Treboleando', creada especialmente para este momento por el párroco de Virgen de Guadalupe, Tino Escribano. Escrita en el dialecto castúo, Mariví Bernal -directora de la banda- compuso una coreografía que pasaron semanas ensayando para que todo saliese a la perfección.

Entrada a Pintores

Eran las 9.30 horas cuando la patrona atravesó el florido arco de la calle Pintores, uno de los que dispuso la Brigada Municipal de Parques y Jardines, donde se produjo el tercer cambio de turno, el tercero, con Valeriano Jiménez como jefe de paso. Las nubes amenazaban con lluvia y el público comenzaba a mirar al cielo. Sin embargo, poco pareció importarles y muchos continuaron con el paso tras la patrona, mientras otros optaban por girar hacia la Gran Vía para esperarla en la plaza de San Juan.

Flores en San Juan

La plaza de San Juan aguarda siempre sorpresas para la patrona de la ciudad. Laura Bohigas, representante de 17 años del Grupo Joven de la Cofradía de los Ramos, fue la encargada de entregar las flores. "Es un acto muy especial", señalaba. A la llegada, los asistentes se fundieron en vítores hacia la patrona: "Viva la Virgen de la Montaña" y "viva la madre de Dios y esa Cacereña guapa", para terminar cantándole La Salve. Isabel Caballero, camarera de ornato de la cofradía de la Soledad, también entonó una copla a las puertas de la parroquia.

El sacerdote de San Juan, don Ceferino Martín, pidió a la Virgen que "trajera paz a la tierra santa, donde tú y tu hijo habéis nacido, a Ucrania y a todos los países del mundo, y en especial a nuestros corazones". Los representantes del Obispado, encabezados por el prelado diocesano, se incorporaron a la procesión tras el paso por esta plaza.

Calle Pizarro

La patrona finalizó el tramo de la calle Sergio Sánchez para entrar en Pizarro, donde los cacereños comenzaron a agolparse en los balcones para disfrutar del paso. Empezaron a caer entonces las primeras gotas de lluvia, aunque la procesión continuó con normalidad. El turno de Antonio Bazo tuvo el honor de procesionar a la Virgen por esta zona del casco antiguo.

Pétalos en Fuente Nueva

La calle Fuente Nueva fue la encargada de lanzar los primeros pétalos a la patrona a su paso por la calle (se echó de menos la ofrenda de Las Clarisas). La Banda Municipal interpretó la canción 'Hermanos Costaleros' cuando la lluvia empezó a caer con más fuerza. Unos metros más abajo estaba Marisa Rosado y su altar, confeccionado "con el mismo cariño de todos los años" para el paso de la procesión por su puerta, adornado con un ramo de rosas, celindas y calas. Fue entonces cuando la procesión comenzó a acelerar aún más su paso y los paraguas comenzaron a aparecer.

La Virgen se refugia del agua

Ya en la zona de la plaza de San Francisco, los cofrades se vieron obligados a colocar un plástico sobre la Virgen para refugiarla de la lluvia. Los directivos eran conocedores de que existía esta posibilidad y optaron por llevar este impermeable para proteger la talla. Realizó el resto del tramo ataviada con este traje impermeable.

Llegados a Miralrío, comenzaron los primeros rumores: "Se echa de menos a Felisa". Y es que este año, la popular cantaora tampoco ha podido cantar a la imagen en el arandel de Santa Carlota. Ataviada con su traje tradicional, Felisa Rodríguez, estuvo desde los 7 años dedicándole canciones a la patrona y aún en sus años en el País Vasco, donde se trasladó junto a su marido, Ángel, y sus hijos, nunca faltó a su cita con la imagen. "Estábamos todos pendientes para ver si estaba, pero este año no ha podido ser", contaban.

Las que no fallaron a su cita con la Virgen fueron Felisa, Paula y Guadalupe. No podían contener las lágrimas al paso de la procesión por el altar que confeccionaron con flores y la imagen de sus antepasados: "Lo llevamos haciendo muchísimos años, hemos seguido la tradición de nuestras abuelas", señalaban entre sollozos.

Fuente Concejo

Llegó la Virgen a Fuente Concejo antes de las 11.00 horas, algo que confirmaba que era una de las procesiones de Subida más veloces de los últimos años porque el cielo arreciaba. Cientos de cacereños esperaban allí para decirle adiós.

Con el Himno de España de fondo, el mayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano, devolvió el bastón de mando a Rafael Mateos ante la sucesión de 'vivas' a la Cacereña Bonita. Es costumbre que durante la Procesión de Bajada el regidor municipal haga entregue el bastón a la Montaña como Alcaldesa Honoraria que es, un título que ostenta durante todo el Novenario. Terminada la cita religiosa y social más relevante de la ciudad, el bastón vuelve a manos del mandatario municipal.

Inmediatamente después, el obispo entonó La Salve de despedida, que todos y cada uno de los presentes coreó.

Dedicó la Banda Municipal el último 'Redoble' antes de que la Virgen enfilase el camino hasta la Sierra de la Mosca, donde se encuentra su santuario, que inició la cuesta con el turno de carga de Valeriano Jiménez. La ciudad dio un breve 'hasta luego' a la Montaña, puesto que regresará en apenas cuatro meses para la celebración del Centenario de la Coronación Canónica.

Llegada al santuario

Unos metros antes de entrar en la explanada del santuario, y gracias a que la lluvia cesó, los cofrades retiraron el impermeable a la patrona y se realizó la tradicional bendición de los campos, esta vez justo en la entrada al templo de la Montaña y no en el templete, obra que la ciudad regaló a la Montaña al cumplirse el 75 aniversario de su Coronación Canónica. Ya en el interior, el Coro Rociero de Cáceres cantó a la Reina de la ciudad, que ya se encuentra en su camarín esperando la misa de romeros, que se celebró a las cinco de la tarde tras un Novenario multitudinario.

Llegada de la Virgen al santuario de la Montaña

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