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el apunte

La tranquila minoría de Luis Salaya

La tranquila minoría de Luis Salaya

Fue en la previa de un Jueves Santo. Ese día saltó la noticia: Elena Nevado no repetía como candidata a la alcaldía y le sustituía Rafael Mateos. Una de las razones que se dieron era que el candidato de Cs, Francisco Alcántara, había confirmado unos días antes lo que desde diciembre decía el portavoz regional de su partido, Cayetano Polo, que no se cansaba de repetir que Cs no pactaría con el PP de Elena Nevado un acuerdo de gobierno del Ayuntamiento de Cáceres. En el PP se optaba por la candidatura de Mateos, segundo de Nevado que durante el mandato de ésta había mostrado sus dotes para alcanzar acuerdos con Polo y su partido. El mensaje ese Jueves Santo fue que con Mateos sería más fácil un pacto PP-Cs para gobernar la ciudad de Cáceres.

Como teoría estaba bien, pero la realidad dos meses después es otra muy distinta. El jarrón chino de las relaciones entre PP y Cs se cayó al suelo el viernes 14 de junio, en los coletazos de las negociaciones de un pacto de gobierno en las que se metió por medio Madrid, y está roto en miles de pedazos. Al final se pegarán los trozos, Mateos y Alcántara tienen condiciones y pegamento suficiente para ello. Pero ahora mismo el PP de Cáceres está en el cabo de Finisterre y el Cs cacereño se encuentra en el de Gata.

En el medio está Luis Salaya, el alcalde socialista, instalado en su tranquila minoría. En el pleno que la corporación municipal celebró el pasado jueves debió asombrarse al ver como PP y Cs, en vez de hacerle oposición a él y a su gobierno de solo nueve concejales, se la hacían entre ellos. Ese día parecía más fácil que la oposición se presentase una moción de censura a sí misma que a Luis Salaya.

Y esa tranquilidad puede ser casi plena si se confirman los augurios de Mateos. El portavoz municipal del PP insinuó en varias ocasiones en el pleno del jueves que sigue vivo el pacto de gobierno que PSOE y Cs estuvieron a punto de cerrar antes de que Ventas y Génova apurasen un último intento para hacerse para sus partidos con la alcaldía de Cáceres.

Por ese pacto, Ciudadanos entraría en el gobierno local, que pasaría de 9 a 14 concejales, mayoría suficiente en una corporación de 25 ediles, y de un partido a una coalición de dos (PSOE y Cs). Alcántara ha reafirmado en las dos últimas semanas, desde la celebración del pleno de investidura el 15 de junio, que ellos están en la oposición. Pero preguntado por el futuro, además de reiterar que él no puede hacer predicciones sobre lo que ocurra en un periodo de cinco o seis meses, no ha descartado que puedan entrar en el gobierno local. Lo dijo antes del pleno de investidura, tras la primera reunión oficial con Salaya en su despacho y tras el pleno del jueves a preguntas sobre las insinuaciones de Mateos.

Pero esa tranquilidad de Salaya puede ser pasajera si los pronósticos de Mateos no se cumplen y sin embargo sí se verifican los vaticinios del Jueves Santo y PP y Ciudadanos acaban haciendo causa común en la oposición al gobierno en minoría.

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