Cáceres: de descampado a un recinto para la diversión

«Era una demanda desde hace ya tres años, cuando nos lo aprobaron en los presupuestos participativos del ayuntamiento la construcción de esta pista polideportiva», cuenta la presidenta de la Asociación Vecinal Sierra de San Pedro, María Mojonero, tras la inauguración del recinto deportivo. «Todo esto antes era un descampado, un lugar lleno de escombros y basura. Ahora es un sitio para disfrutar, para practicar deporte», se congratula después de ver el resultado final. 

Los ediles de Deporte, Noelia Rodríguez; Participación Ciudadana, Jacobi Ceballos; y Obras, Víctor Bazo, aprovecharon también para conocer el fruto de una infraestructura que ha tenido un precio total de 114.300 euros. Los concejales mostraron su satisfacción por «dotar a este nuevo barrio de un lugar para el disfrute de sus vecinos y de los amantes del deporte». La instalación consta del cerramiento y las instalaciones de iluminación y saneamiento necesarias para el desarrollo del juego de fútbol sala y minibasket. Las dimensiones de la pista son de 44 metros de largo por 23 de ancho, en la que se delimita un terreno de juego de 40 por 20. El campo se asienta sobre una capa de zahorra compactada de 25 centímetros y otra capa de cinco de aglomerado asfáltico. Se ejecutó mediante un revestimiento deportivo impermeable de tres milímetros de espesor y una pendiente máxima del 1%.

Pese a que la inauguración no se celebró hasta este martes, hace ya unas semanas que las pistas se abrieron al público: «Un grupo de chavales forzaron la verja para entrar. No querían hacer nada malo, solo hacer deporte. Por ello, se decidió que las puertas estuvieran abiertas para evitar destrozos innecesarios. Es algo que ha hecho todo el mundo, colarse a jugar a algún deporte en instalaciones cerradas», explica Mojonero. 

«Ahora es una alegría. Los jóvenes están encantados y las pistas están llenas todas las tardes de chavales jugando al fútbol y de padres que tienen los niños más pequeños», sentencia.

Mojonero representa a una barriada de 1.500 personas en total y, poco a poco, está consiguiendo todos los propósitos de los vecinos. «Estaría muy bien que hubiese un parquecito al lado, pero por el momento nos conformamos porque sabemos que la ciudad es muy grande y tiene que haber dinero para todos. Nosotros pedimos con cautela. Eso sí. Este año tienen que arreglar el suelo del parque El Malacate y ponerle un sombreado», finaliza la presidenta.

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