Amnistía Internacional apoya que la cárcel antigua tenga un espacio memorial para recordar a los presos del Franquismo. La organización global suscribe de esta forma la petición que ya materializó este pasado verano la Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (Amececa) para reclamar que se le de un uso social y educativo al inmueble, que lleva años en estado de abandono.

En declaraciones de su portavoz, Alejandro Corchado, Amnistía reclama «que se proteja la antigua prisión provincial y que, dentro del uso que se le de a este edifico, haya un espacio para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición». En esa línea, pone de manifiesto que este edificio «es de los últimos vestigios de la parte terrible de nuestra historia» y cuenta «con una enorme significación histórica ya que se convirtió en la prisión donde se encarcelaron a presos políticos de toda España y donde algunos de ellos pasaban sus últimas horas antes de ser fusilados». Por este motivo, alega que «este lugar de represión merece ser puesto en contexto de manera pedagógica para que sirva a la ciudadanía cacereña y extremeña presente y futura». «Recuperar la memoria histórica y democrática y difundirla en el mismo lugar donde muchos extremeños y extremeñas padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura es imprescindible para garantizar el derecho a la no repetición», concluye.

Aparte de la petición para construir un espacio dedicado a la memoria, la campaña de Amececa también reclamó que se declare Bien de Interés Cultural por su «valor histórico». Desde 2010, el colectivo ha alertado a la administración sobre el estado «de abandono» del inmueble que pertenece a Instituciones Penitenciarias y ha reclamado dotación para acometer su rehabilitación, estimada en 12 millones de euros. Por el momento, la nueva corporación municipal no ha querido pronunciarse sobre el futuro del edificio.