Carlos Caldera, 14 años, estudiante de 2º de la ESO en el Giner de los Ríos, es el tuno más joven de Cáceres cuya reciente aparición el sábado en el santuario de la patrona ha sido destacada por la Asociación Síndrome de Down en sus redes sociales. «Este fin de semana la tuna ha ido a cantarle a la Virgen de la Montaña, y nuestro compañero Carlos ha formado parte de ese grupo», escribía con orgullo en su perfil.

El director del colectivo, Andrés Talavero, mostraba su satisfacción: «Estamos muy contentos. Toda actividad inclusiva y que esté normalizada nos parece estupenda», apuntó.

Carlos Caldera. EL PERIÓDICO

También habla el padre del chaval, Juan Carlos Caldera, que es veterinario de la Dirección de Salud. Caldera fue fundador de la Tuna de Veterinaria, nacida en 1983 coincidiendo con la primera promoción de la facultad cacereña. Seguramente de su padre le viene la afición. «Mi hijo, igual que su padre, en la tuna toca la bandurria, y también la pandereta», explica orgulloso. Con el tambor y la corneta tampoco se queda atrás.

Pero además, el pequeño Carlos, que acude a clases de guitarra, pertenece a una familia de gran tradición musical. Así, su hermana Sandra es clarinetista profesional (acaba de participar en la final del programa Got Talent junto al tenor y celador Juan Carlos Martos). Otra de sus hermanas, Mónica, estudió Grado Medio de Violín.

El padre del joven tuno explica que el traje también tiene su historia. «Era el mío, y es el traje fundador de la Tuna de Veterinaria». La beca (o banda) es la de color verde, que pertenece igualmente a esos estudios universitarios. Lo mismo ocurre con la capa y las cintas.

Carlos ha vivido estos días con mucha alegría e intensidad, como el resto de su familia. La tuna no pudo cantarle a la Virgen en Las Cuatro Esquinas durante la procesión de Bajada el año pasado al suspenderse los actos a consecuencia de la pandemia. El sábado quiso cumplirse la tradición y sus componentes subieron al santuario donde, además del habitual Redoble, entonaron el ‘Cacereña salerosa’.

Fue un acontecimiento histórico que Carlos vivió en primera persona y que lo hizo con ese buen trato que le caracteriza porque es un chaval lleno de vitalidad y muy sociable. ¿Y qué quiere ser de mayor? «Seguramente sanitario, porque está todo el día haciendo vendajes y operando a muñecos», concluye su padre entre risas.