“Habemus feria”. Así lo acaba de anunciar este miércoles el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, después del último encuentro que han mantenido ayuntamiento y feriantes esta tarde para abrir nuevas vías en la negociación de cara a San Fernando. Acepta así el consistorio, a propuesta de los empresarios del sector, que se aplace de mayo a septiembre para que pueda contar tanto con atracciones como con puestos de comida, este último punto, una de las líneas rojas que mantenía la corporación municipal en las negociaciones.

“Como queríamos todos, hemos encontrado un punto que es bueno para todos, esta fecha nos permite ganar tiempo, era difícil porque era la primera feria de Extremadura y se ha encontrado una salida paralela en la que nadie tenía que renunciar a lo que era su interés, en nuestro caso, que no hubiera riesgos, y en el suyo, la rentabilidad, creemos que va a ser una buena feria en un escenario en el que se plantea que más de un 70% de la población esté vacunada”, ha puesto de manifiesto el alcalde.

Este revés se produce un día después de que se dieran por concluidas las conversaciones entre ambas partes tras varias reuniones y se concluyera que finalmente no iba a celebrarse la feria en Cáceres tal y como estaba previsto. Los feriantes mantenían una postura cerrada para que se instalaran todas las atracciones y todos los puestos y el ayuntamiento mantuvo en todo momento que solo era viable un escenario en el que “no hubiese ninguna razón para quitarse la mascarilla”.

Por el momento esta negociación no incluye la instalación de casetas. Ya el año pasado el ayuntamiento aplazó el festivo de San Fernando a San Miguel y propuso su celebración en septiembre aunque no se pudo realizar.

En cuanto al festivo local de San Fernando, Salaya aseguró que se mantendrá a pesar del aplazamiento de la celebración. “El festivo se queda donde está por el derecho de los trabajadores a planificarse con los festivos que tienen”.