Cuando hacemos análisis y reflexiones sobre el tema que nos ocupe, la mayoría de las veces solemos resaltar más las cosas del lado oscuro y dedicamos poco tiempo a las cosas buenas que siguen existiendo y que son las que hacen que esto funcione y no se vaya a todo al garete.

Por lo tanto, mucho ánimo y a poner por parte de cada uno lo bueno que todavía nos queda. Os destaco dos cosas que me han levantado el ánimo esta semana.

Caritas, la organización caritativa de la Iglesia católica (aunque a algunos (¿pocos?) les pese), ha abierto en la Calle Gil Cordero, una tienda de ropa, casi toda ella procedente de los contenedores que la organización ha colocado por todo Cáceres. Es decir, un grupo de persona recoge la ropa, la selecciona, la prepara convenientemente y la aprovechable se pone a la venta.

Normalmente cuando se abre un negocio el objetivo es ganar dinero, éste no va por ahí, pretende ser un ejemplo de una serie de prácticas alejadas de todo los que el capitalismo más extremo nos tiene acostumbrados. La empresa no saldrá a bolsa, ni se tiene previsto lazar emisión de acciones. No es eso.

El éxito de la misma no estará en el balance de resultados anual, ni en la diferencia entre gastos e ingresos. Los principios evaluadores van en otra dirección. No quiere decir esto que no haya un control estricto de lo que se hace. Creo que me entendéis perfectamente lo que quiero decir. Por otro lado, todas las personas que trabajan en la iniciativa proceden de grupos con precariedad laboral.

Por otro lado, el premiar el esfuerzo, el sacrificio, la entrega, el compromiso sin buscar nada a cambio, me parece también algo a destacar. Pues bien, el premio Princesa de Asturias de los deportes del 2021, se lo han concedido a Teresa Perales, la deportista que tiene más medallas olímpicas de nuestro país, un total de 26 (todas ellas en natación).

La Teresa deportista «es un icono del movimiento paralímpico (no tiene movilidad en las piernas) internacional» y es todo un ejemplo de lo que acabo de decir, el jurado ha destacado «su brillante trayectoria, y su profundo, activo y valiente compromiso social», en definitiva, un ejemplo para todos en este mundo en el que se conocen ejemplos de «personajillos» que destacan por todo lo contrario.