El Clásico por fin da el salto. El festival de teatro cacereño inicia ya la cuenta atrás para que arranque una edición que aspira a ser punto de inflexión, ya que tras treinta años de trayectoria, iguala por primera vez a las grandes citas del país y se suma a coproducir parte de la sección oficial, una novedad con la que pretende imprimir calidad a la cita que ya no se conforma solo con servir de escenario de muestra para los montajes y también quiere crecer y consolidar una red teatral extremeña cada vez con mayor recorrido. 

Se presenta así, este año, la edición de un certamen que recupera sus fechas tradicionales de junio --el pasado año se aplazó a septiembre por la pandemia-- y que ya ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ para tres de sus obras, entre ellas, la que inaugura y cierra la sección oficial, ambas comedias, la primera con el sello extremeño de Verbo y Paco Carrillo y la última, un estreno del pasado Festival de Mérida producida por la compañía que encabeza Jesús Cimarro, el director de la cita de la capital. También con ‘sold out’ encara el primero de su pase doble El Brujo, ya un imprescindible de la programación local.

Será esta tarde cuando de forma oficial el museo de Cáceres albergue el acto oficial con autoridades y organización aunque no será hasta mañana cuando arranquen los pases en Las Veletas, de nuevo escenario principal y cada vez más consolidado tras la negativa de nuevo para usar San Jorge, este año motivado en su inviabilidad a causa de las restricciones de aforo por la pandemia. En esta ubicación tendrán lugar todos los pases de la sección oficial aunque el programa paralelo repartirá actividades en al menos media decena de escenarios, todas ellas repartidas en el recinto intramuros como la sede de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno en los Golfines de Abajo, el palacio de Carvajal y la filmoteca, entre otros. Las funciones en el escenario de Las Veletas arrancarán a las 22.30 horas. El aforo está limitado a 345 personas (al 75%) pero la organización ha precisado esta semana que si a lo largo de la semana se flexibiliza el número de asistentes, las entradas saldrán a la venta en la taquilla frente al escenario en la plaza. 

En cuanto a los detalles de la programación, en total serán una treintena de propuestas repartidas lo largo de tres semanas, hasta el 27 de junio. A las tablas se subirán 16 montajes. De ellos, hasta ahora cuatro estrenos, las obras coproducidas, ‘Entre bobos anda el juego’ (10 de junio), de Verbo Producciones, ‘El caballero de Olmedo’, de la Barraca (16 de junio), ‘Autorretratos de pluma y espada’ (24 de junio) de Karlik Danza y ‘El siglo de Oro y la diáspora sefardí (25 de junio) de Milo Ke Mandarini’. A estos cuatro estrenos absolutos se le une también ‘El ávaro’ de Morboria Teatro después de que esta misma semana la organización anunciara un cambio de última hora en la programación debido por cuestiones que atañen al elenco de la obra. Los montajes de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con Barco Pirata, Teatro de fondo, Noviembre, La Nariz de Cyrano, Títeres Sol y Tierra, El Brujo, Teatro Corsario, Daul Al Sec y Pentación completan la programación. También tras un año en blanco, la Escuela de Arte Dramático recupera sus Esbozos áureos. 

La organización ya ha precisado que todas las obras y actividades contarán con todas las medidas para evitar contagios. Al margen de la programación, la cita lucirá este año una imagen corporativa renovada a la que le ha dado forma el creativo Javier Remedios y que será a partir de ahora carta de presentación para un festival que este año más que nunca cuenta con el objetivo de orientar su rumbo a la eternidad.