Tres o cuatro meses antes de que comenzara a rodarse ‘Sequía’, José Luis García, secretario general de la comisaría provincial del Cuerpo Nacional de Policía, recibió a los miembros de producción de la serie de La Primera de Televisión Española a quienes les habían hablado de que Cáceres tenía un edificio que les vendría de perlas como escenario de su thriller policiaco. Inaugurado el 16 de enero de 2012 (se cumple este año su décimo aniversario), este macrocomplejo de la seguridad se levantó en la avenida Pierre de Coubertain sobre una superficie de más de 6.500 metros cuadrados. Costó 8,9 millones de euros y fue fruto del trabajo de Luis Bretón y Jaime Legido, del estudio madrileño ARX-Arquitectos.
Nada más entrar, a los de ‘Sequía’ les gustó tanto que exclamaron: ‘Parece un plató de cine’. Y así es. El resultado ha sido tan extraordinario que por García ojalá «volvieran a rodar aquí la segunda temporada», explica satisfecho al tiempo que muestra el lugar donde se desarrolló la trama, básicamente los exteriores, el hall y la zona del DNI justo hasta el ascensor que limita con los despachos que acogen de forma habitual la labor policial, en los que por motivos obvios de seguridad no se permitieron las grabaciones.
El secretario general de la comisaría recuerda con especial cariño esos días. «Tuve la oportunidad de involucrarme en los entresijos del rodaje. Mantuvimos un encuentro en el ayuntamiento para perfilar con el equipo y los implicados todo el dispositivo. Fue emocionante estar con los técnicos, con los directores, los actores Elena Rivera y Miguel Ángel Muñoz que eran encantadores, ver de cerca cómo se rueda una serie de televisión, la cantidad de gente que mueve. Fue una oportunidad única para nosotros, pero que viví de manera especial porque a mí me gusta mucho el cine», apunta.
José Luis García no olvida el plano secuencia del exterior, donde se identifica a la perfección el barrio de Nuevo Cáceres en el primer capítulo de la entrega, emitida el pasado martes. El resto de escenas donde aparece el interior de una comisaría «se hicieron en unas oficinas» de otra ciudad que simulaban la cacereña. «Fue estupendo salir de la rutina y hacer algo distinto», expresa el agente.
Durante ese día que se alargó el rodaje, un viernes de finales de julio, la productora quitó la cartelería relativa al coronavirus y luego la colocó tal como estaba con precisión magnífica. «Son unos verdaderos profesionales que querían ofrecer una imagen bonita de Cáceres. Y lo han conseguido», cuenta García mientras rememora aquel ‘Silencio, se rueda’ que, por primera vez en la historia, cambió por unas horas la vida de la comisaría.
