Desde Vietnam a Nueva York, Desde Filipinas a los países de Hispanoamérica. El número de peticiones de estampas y oraciones que recibe la cofradía cacereña del Cristo Negro siempre ha sido extraordinario y no ha hecho más que aumentar durante la pandemia. Ahora llegan incluso desde Ucrania a través de Facebook, del correo electrónico... «A veces ni siquiera piden nada, simplemente nos manifiestan sus problemas, sus carencias y sus necesidades, y esto nos responsabiliza aún más sobre ese sentimiento que despierta el Cristo Negro y ese símbolo tan universal que es la Cruz».
Así lo explica Alonso Corrales, mayordomo de la Cofradía del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús, conocida en lugares tan dispares del mundo como Cristo Negro. «Siempre Cristo Negro de Cáceres, porque va unido a la esencia de la ciudad y así lo recordamos en cada ocasión», afirma. Pues bien. Tras dos años de pandemia, la talla saldrá en la medianoche del Miércoles Santo de la concatedral para su tradicional procesión.
1. POR QUÉ ES UNA IMAGEN TAN ESPERADA
Se trata de un crucificado de 600 años de antigüedad --entre los cuatro más antiguos que procesionan por España, todos ellos de Cáceres--, en madera traída expresamente de África antes incluso del Descubrimiento de América. Su tono oscuro y su perfecta anatomía han forjado misterios y leyendas a través de los siglos, y una honda devoción católica que traspasa fronteras.
Este año es si cabe más esperado en las calles porque, durante las peores olas de la pandemia, la cofradía recibió un sinfín de whatsapp y correos electrónicos para que el Cristo Negro saliera en rogativa por el fin de la emergencia sanitaria, unas solicitudes que se compartieron incluso con el Obispado dada su intensidad. «La responsabilidad nos impidió hacer esa bella locura para no generar más concentraciones, ni siquiera vimos recomendable sacar la cruz guía por la parte antigua», desvela Alonso Corrales. Este miércoles sí será posible.
2. EL RECORRIDO: ANTICIPACIÓN Y PACIENCIA
La comitiva parte justo a medianoche de Santa María para recorrer el recinto intramuros (sus estatutos le impiden salir de la muralla). Recorrerá la plaza de Santa María, Arco de la Estrella, adarves (de la Estrella, de Santa Ana, del Padre Rosalío y de la Puerta de Mérida), Puerta de Mérida, Ancha, San Mateo, Cuesta de la Compañía, San Jorge, Cuesta del Marqués, Adarve del Cristo, Obras Pías de Roco, Tiendas y recogida en la concatedral. El inicio es realmente singular puesto que el mayordomo da tres golpes a las puertas de Santa María exclamando «¡Que salga el Cristo Negro! ¡Dios lo quiere así!». Se trata del mejor lugar para presenciarla pero requiere ir con mucha anticipación y paciencia. También hay que acudir con antelación si se quiere encontrar hueco en el resto del recorrido (una hora antes suele estar copada la primera mitad), ya que son calles angostas salvo lugares contados como San Mateo o San Jorge. Para el que no tenga prisa, la recogida es una opción más factible. La cofradía pide mantener la seguridad en la medida de lo posible y llevar mascarilla.
3. UNA TALLA QUE CAMBIA LA AGENDA HOTELERA
La atracción del Cristo Negro es tan fuerte que ha llegado a desestacionalizar la demanda de los hoteles cacereños en Semana Santa, según explican profesionales del sector. Dicho de otro modo, si en la mayoría de las ciudades que tienen una Semana Santa de calidad, las reservas se disparan de Jueves Santo a Domingo de Resurrección, en Cáceres cada vez es más perceptible que esa demanda se adelanta a la noche del Miércoles Santo para ver salir al Santo Crucifijo. No en vano, el perfil de la cofradía llegó a ser bloqueado en una ocasión por Facebook al entender que ese volumen de tráfico solo podía obedecer a un spam, y medios internacionales como ‘National Geographic’ y ‘The Washington Post’ han puesto el foco en el Cristo Negro.
4. VEINTICINCO AÑOS DE ESPERA PARA PROCESIONAR
La hermandad tiene establecido un riguroso ‘numerus clausus’ de modo que, aunque cuenta con unos 4.000 hermanos, solo 59 titulares acompañan al Cristo Negro durante la procesión de Semana Santa. La cofradía va dando paso a los nuevos miembros cuando se producen bajas, y en estos momentos hay unos 25 años de espera. Basta decir que este Miércoles Santo, tras dos años de suspensión por la pandemia, solo habrá dos nuevos titulares que recibirán la medalla antes de salir. Sí se producirán cambios interiores, con seis hermanos de carga que se estrenarán en este cometido.
Se trata de una experiencia excepcional para quienes ya forman parte de un cortejo salido del Medievo, solo iluminado con hachones y guiado por un timbal destemplado capaz de silenciar a las 15.000 personas que se citan en el casco histórico.
