La Virgen de la Montaña se ha despedido este domingo de la ciudad en torno a las once y media de la mañana, en un emotivo acto celebrado en Fuente Concejo. Tras un novenario multitudinario con participación masiva en cada una de las citas, la patrona ha salido esta mañana en procesión a las 9.00 desde la concatedral y ha recibido numerosas muestras de cariño de los cacereños a su paso por el casco viejo: saetas, bailes, mesas de ofrendas, palomas, lluvia de pétalos…

Numeroso público en Fuente Concejo este domingo. CARLAGRAW

La imagen ha llegado a las 11.30 a Fuente Concejo, con uno de sus mantos largos de procesión, esta vez una bella pieza de raso azulina, bordada, con pasamanería y flecos de oro, donada por los hermanos de carga en el año 2003 (número 110 de su colección). Lucía esplendorosa entre seis ánforas y dos centros de clavel blanco y pequeñas flores rojo pasión, cubierto ya todo el trono de los pétalos que le han lanzado los cacereños desde los balcones. Ha embocado el puente entre piropos y aplausos. “¡Viva la Virgen de la Montaña!” “¡Viva la cacereña bonita!” “¡Viva la Madre de Dios”! Y la propia Banda Municipal le ha catado la Salve, a la que se ha unido todo Concejo.

Los hermanos de carga han virado la imagen de cara a la ciudad para su despedida. Uno de los jefes de paso, Antonio Bazo, se ha subido con delicadeza al trono para retirar el bastón de mando de la ciudad a la patrona, que el alcalde Luis Salaya ha recibido a los pies de la Virgen, mientras la Banda Municipal hacía sonar el himno nacional. El obispo, monseñor Jesús Pulido, se ha situado frente a la imagen para entornar la tradicional Salve, que han seguido las cientos de personas congregadas, y posteriormente ha rezado una oración, para concluir con su primer vítor a la patrona: “¡Viva la Virgen de la Montaña!”

Apenas pasadas las doce menos cuarto, los hermanos han vuelto a cargar el paso a hombros mientras los músicos comenzaban a interpretar El Redoble, como manda la tradición, cantado por la multitud. Al final, es costumbre que la banda acelere el ritmo y que los cofrades suban el primer tramo de la Montaña a paso muy ligero, y esa costumbre ha vuelto a repetirse este domingo con la entrega entusiasta del turno dirigido por Santos Benítez, más simbólicamente si cabe, tras dos años de pandemia. Durante la mañana, la patrona sigue subiendo rumbo al santuario donde se celebrará la misa de romeros y la bendición de los campos.