El robo a Atrio, con 45 botellas de vino de lujo valoradas en 1,6 millones de euros, ha sido especialmente mediático incluso a nivel internacional. Pocos restaurantes sufren estos golpes porque ni siquiera tienen una bodega como la del Relais & Châteaux cacereño, entre las mejores a nivel mundial con 3.400 referencias. Si en general se considera un caso extraordinario, en la tranquila capital cacereña llega a la categoría de insólito. Según la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), el botín medio de los robos en negocios cacereños se sitúa en 1.138€ (último informe 2021).

Botín medio que se llevan los ladrones en robos a negocios en las distintas provincias.

Ese es el dinero que de promedio se llevan los ladrones cuando asaltan un comercio, taller, restaurante, bar u oficina en la ciudad. Y ojo, porque se ha duplicado con respecto a las cifras de 2018-2019, cuando se situaba en 540€, escalando hasta la posición 41ª de los 100 municipios más poblados. Si se considera toda la provincia en su conjunto, el coste medio de las sustracciones baja a 1.074€. En este caso, Cáceres ocupa el puesto 33ª de 50.

Son cifras que explican por qué los restaurantes cacereños consultados por este diario coinciden en señalar que no han reforzado sus sistemas de seguridad tras la sustracción en Atrio. Todos afirman tener buenos dispositivos conectados con la policía, incluso bodegas con protocolos especiales y blindajes que complicarían el acceso a los ladrones, pero no se han afanado después del asalto al Relais & Châteaux porque tampoco nadie guarda vinos de ese coste (se llevaron un Chateau d´Yquem de 1806, de 310.000 €; o un Montrachet Grand Cru 1999 Magnum, de 25.500 €).

«Lo de Atrio ha sido sorprendente por su bodega. Normalmente aquí no ocurren esas incidencias, nosotros llevamos décadas y no ha habido nada siquiera parecido. Estamos satisfechos con nuestra seguridad», explican desde El Figón. «Mantenemos los sistemas de alarma que nos han ido bastante bien. Lo de Atrio ha sido un robo a otros niveles», subrayan desde B-nomio, que ahora proyecta el mayor centro de eventos de Cáceres en la Huerta del Conde. El Restaurante Eustaquio Blanco coincide en los mismos argumentos: «Tenemos medidas especiales en la bodega, completamente vigilada». Pero nunca se han producido robos espectaculares «porque nadie posee la inversión de Atrio en vinos, muy especial», indica la gerente, Nerea Blanco.

Los restauradores revelan que los robos más frecuentes son pequeños hurtos de vasos, cuencos, cubiertos, centros de flores, plantas, jarrones e incluso gel hidroalcohólico mientras los locales están abiertos, pero poco más.

Además, detallan que el precio medio del vino que se pide en los restaurantes oscila entre 20 y 35€. Pocas veces se solicitan en el rango de 50€, «y solo en la temporada de caza, en otoño, vienen clientes que demandan botellas por encima de 100€», desvela Nerea Blanco.