El Periódico Extremadura

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JUICIO A LOS siete DETENIDOS EN LA OPERACIÓN ‘ISHTAR’ EN 2017

Cinco de los siete acusados de vender droga se declaran culpables y aceptan penas de prisión

Firman un acuerdo con condenas de entre uno y cuatro años. Los dos presuntos cabecillas piden ser absueltos y la fiscalía les pide 13 años de cárcel

El abogado de dos de los acusados de tráfico de drogas que no aceptaron el acuerdo, este martes. LORENZO CORDERO

Cinco de los siete acusados de vender droga se declaran culpables y aceptan penas de entre uno y cuatro años de prisión. Fue este martes cuando estaba fijada el encuentro entre las partes previo al juicio en la Audiencia Provincial de Cáceres y en el que prácticamente la totalidad de los imputados llegaron a un acuerdo sobre su condena. De esta forma, son condenados por los hechos que les imputaba la fiscalía, un delito de tráfico de drogas, con la consecuente rebaja de la pena. 

No quisieron, sin embargo, alcanzar una conformidad los dos presuntos cabecillas de la banda, para los que la fiscalía pedía 13 años de prisión por delito contra la salud pública y blanqueo de capitales. De esta forma, ambos irán a juicio. Está previsto que la vista se celebre en la Audiencia Provincial de Cáceres en la segunda quincena de octubre. 

En este sentido, su defensa manifiesta que no reconoce que sus clientes sean culpables de uno de los delitos, blanqueo de capitales, y por los que a uno de los acusados, fiscalía reclama 800.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Los siete acusados, cinco de ellos ya condenados desde este martes, fueron detenidos en el marco de la macro operación ‘Ishtar’ que tuvo lugar en 2017 en Valencia de Alcántara. 

Tal y como recoge el escrito de calificación de la fiscalía al que este diario ha tenido acceso, la investigación sobre esta banda arrancó en la primavera de 2017. En marzo, el equipo de delincuencia organizada y antidroga de la Guardia Civil de Cáceres «tuvo conocimiento de que los dos principales acusados, M.P.R. y R.I.P., vecinos de Valencia de Alcántara, estaban dedicándose a la venta de sustancias estupefacientes». 

Para ello, empleaban como centro de operaciones el establecimiento que regentaban, un prostíbulo llamado La Frontera. Meses más tarde, en diciembre de ese mismo año, bajo auto judicial se autorizó un registro en el club y los agentes incautaron ocho envases de plástico en un baño de la planta baja, 3.000 euros y 10 teléfonos móviles en la habitación de los acusados. También, junto a un muro del patio encontraron resina de cannabis y gramos de cannabis. 

Durante la misma actuación, los perros detectores de drogas encontraron en una zona de ruinas cercana al local una cantidad de cocaína con un valor en el mercado de más de 10.000 euros. En esta investigación se constató la relación de los cabecillas con otros cinco acusados, los ya condenados, que se encargaban del menudeo --venta en pequeñas cantidades--. 

En cuanto al delito de blanqueo, el ministerio público sostiene que M. P. R., «para ocultar el dinero que obtenía del tráfico y reintroducirlo en el circuito legal, el imputado adquirió entre 2007 y 2017» varias viviendas, entre ellas, una casa por 60.000 euros y un local por 110.000 euros en Malgrat de Mar, una vivienda y un almacén en Palafolls por 83.000 euros y una vivienda en Valencia de Alcántara por 80.000 euros. Igualmente, realizó pagos a Rumanía por valor de 22.000 euros. Por su parte, R. I. P realizó envíos a Rumanía por valor de 13.00 euros.

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