«Es una actividad de ocio cada vez más demandada, porque el paraje es espectacular, pero entraña una serie de riesgos altos, y si no se lleva el equipamiento adecuado se convierten en riesgos extremos», así de claro lo expresa Santiago Moreno, jefe de Bomberos de Plasencia, después de que estos profesionales tuvieran que rescatar el pasado sábado a un hombre en la Vía Ferrata del Cancho de la Muela, en las faldas de la Sierra de Béjar, en el termino municipal de La Garganta y a una altitud de 1.700 metros (el segundo municipio más alto de la región), que granjea unas gloriosas vistas del Valle del Ambroz, la Sierra de Gata o la Peña Negra de Béjar.

No es la primera vez que se produce un rescate en esta infraestructura de ocio, que supone una descarga de pura adrenalina, que es, precisamente, el aliciente de una vía ferrata: recorridos rocosos verticales por peldaños metálicos, puentes monos, puentes tibetanos y tirolinas, que deben garantizar realizar el circuito con seguridad.

Cinco bomberos y dos vehículos tuvieron que ser movilizados el pasado sábado, tras recibir la llamada de auxilio de una mujer, a las 13.25 horas, debido a que el hombre se había quedado colgado del cabo de anclaje y no podía acceder al cable de acero que hace de seguro; lo que le imposibilitaba continuar con la escalada.

Ella sí consiguió escalar de vuelta y realizó la llamada de emergencia. Cuando los bomberos llegaron tuvieron que anclar al hombre, «que había sufrido el accidente en un desplome complejo de la vía», para descender y conseguir evacuarle hasta su vehículo. La misma operación tuvo que hacerse con ella, con un descenso de rápel de 30 metros, «ya que la hipotermia y el estrés por la situación la habían dejado bloqueada». Ninguna de los dos requirieron atención sanitaria posterior al recate. Santiago Moreno explica que es necesario «tener conocimientos previos, porque es una actividad que con lleva ciertos riesgos», así como disponer de un equipamiento obligatorio: doble cable de anclaje con disipador y mosquetones tipo K, que son los adecuados para las vías ferratas», entre otros elementos indispensables.

También apunta el jefe de bomberos de Plasencia que «el recorrido hay que realizarlo con gente experta; no es para personas aficionadas porque el nivel de dificultad, por ejemplo en este caso del accidente, era alta; con un desplome muy elevado». De hecho, los montañeros del sábado «están federados en Castilla y León». Pero al tratarse de una actividad cada vez más demandada, «los rescates también aumentan. Y queremos prevenir a la gente para evitar males mayores». Al respecto, insiste en pedir «precaución» e ir «acompañados de profesionales para minimizar riesgos».

Equipo de rescate. Bomberos de Plasencia actuando sobre el terreno. CEDIDA

Inseguridad

Por otro lado, el pasado mes de febrero, un colegiado de la Red Estatal de Educación Física en la Naturaleza, Jorge Rojo, ha denunciado la inseguridad de esta infraestructura recién inaugurada (y única en la región). 

Rojo remitió una carta a la Diputación provincial de Cáceres informando sobre las deficiencias de una «mal construida instalación deportiva promovida por una institución pública, con un presupuesto de licitación de 100.000 euros, y que puede ocasionar accidentes graves e incluso mortales».