Tiene su quiosco en la avenida Antonio Hurtado

Teodoro Espada, el cuponero de la suerte en Cáceres

Ha repartido 10 cupones, del día 8 de marzo, premiados con 40.000 euros

Tres meses después de repartir otros 400.000 euros, el pasado mes de diciembre

Teodoro Espada en su quiosco de la ONCE en Cáceres

Teodoro Espada en su quiosco de la ONCE en Cáceres / El Periódico

El vendedor de la ONCE Teodoro Espada está acostumbrado a los medios. Es cuponero desde hace 35 años, y no se puede decir que no reparta ilusión cada dos por tres.

Ya en noviembre de 2021, el cupón Fin de Semana de la ONCE dejó en Cáceres un sueldo de 2.000 euros al mes durante 10 años (240.000 euros en total). En aquel momento expresaba Teodoro a el Periódico Extremadura que "ya es la tercera vez que doy un premio así”. Entonces no sabía que todavía le quedaba por dar una lluvia de miles de euros en la capital cacereña.

800.000 euros repartidos

Ahora. Teodoro ha repartido en Cáceres el pasado (con el cupón del pasado 8 de marzo) un total de 400.000 euros entre sus clientes habituales, con 10 cupones premiados con 40.000 euros cada uno pertenecientes al Cuponazo de ese día. El número agraciado ha sido el 61.392.

Justo tres meses antes, el mismo vendedor había repartido el mismo día (8 de diciembre) otros 10 cupones premiados con el mismo importe: 400.000 euros. "Estoy muy feliz, repartir la suerte es motivo de alegría siempre. Tengo a los premiados más o menos localizados, es gente conocida del barrio", aseguraba Espada entonces y ahora.

Teodoro Espada reparte ilusión y premios desde su punto de venta en la avenida Antonio Hurtado de la capital cacereña y este lunes festejaba ya con sus clientes habituales la "lluvia de premios" que ha dejado en la ciudad y bromeaba sobre la coincidencia de días.

"Estoy muy contento y es una curiosidad que sea justo tres mes después cuando doy el mismo premio", ha indicado.

También ha querido aprovechar para felicitar a los premiados: "Se merecen la enhorabuena y la suerte de verse recompensados después de tanto tiempo, tienen mucha paciencia porque son muchos los días en los que no toca nada. Todo el mundo debería vivir un día así, aunque sólo sea por la alegría", explica.