Historias de vida

El cacereño Ángel Cortés, de exponer en Nueva York a pintar un museo en Jaén

Cortés ha recibido un encargo artístico épico: crear toda la obra pictórica del Museo de Especies Silvestres y de las Ciencias de Cazorla, uno de los espacios expositivos más relevantes de Europa en su temática

Ángel Cortés (Cáceres, 1975) nació con el don artístico de la pintura. Su destreza innata para plasmar con el lápiz un realismo hipnotizante le sacó, literalmente, de la ruina económica cuando se vio con la luz cortada en casa y pintó el que fue su primer cuadro ‘salvavidas’ “con luz de velas”, confiesa sin titubeos a este periódico.

Este cacereño criado en el barrio de San Blas que pasó por los colegios de Las Damas Apostólicas, Francisco Pizarro, Las Josefinas, Al-Qázeres y el Brocense, está llevando a cabo uno de los encargos más importantes de su meteórica carrera: crear una colección completa de cuadros de gran formato para el Museo de Especies Silvestres y de las Ciencias de Cazorla (MESC).

La obra pictórica de Cortés se exhibirá, de manera permanente, en los 1.200 metros cuadrados de exposición diáfana que la familia Ledesma-Franco está acondicionando en el corazón del parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en Jaén. Se trata de un museo privado que albergará una extensa colección de piezas del campo de las ciencias naturales.

El artista cacereño junto a otra de sus obras

El artista cacereño junto a otra de sus obras / A. C.

Desde una completa muestra de fauna desnaturalizada hasta una colección de mariposas y polillas “de valor incalculable”, pasando por utensilios y puntas de flechas prehistóricas. Un rico patrimonio que los Ledesma-Franco han atesorado durante años y que ahora van a compartir con sus paisanos y con los miles de visitantes que recibe su tierra, Cazorla.

La singular y prodigiosa carrera del artista extremeño se refleja en ‘La caótica introducción a la genialidad’, una novela de la mexicana afincada en EEUU Ángeles Casasola que, seducida por la vena creadora de Cortés, voló de Orlando a Las Vegas para entrevistarse con él. “La mayor censura la tuvo en mí, porque soy una persona reservada y celosa de mi intimidad, pero al final accedí a que escribiera el libro”, confiesa este atípico pintor en cuyo currículum hay ocho años de servicio en el Ejército, con misiones internacionales incluidas.

Ángel Cortés

Ángel Cortés / A. C.

De militar a visitador médico pasando por empresario de varios negocios hasta que la oportunidad de su vida le llega como guarda en una finca de caza mayor de Castellón. Su propietario fue quien “casi me obligó a pintar”, revela Cortés, que se inició con estampas cinegéticas a lápiz en 2012, después de dos décadas sin dibujar. 

Un retrato del influyente dueño de aquella finca con su hijo en África, le abrió las puertas a clientes de medio mundo con una lluvia de encargos que le llevó a exponer en Nueva York. Todo un punto de inflexión vital que catapultó su trabajo y obra artística

Exponer arte

"Aburrido" del lápiz de grafito se pasa hace tres años al óleo, técnica de los cuadros que vestirán el MESC. “La familia Ledesma-Franco me llamó para hacer los dioramas de las paredes del museo, pero en una reunión les propuse la idea de exponer arte; hacer lienzos independientes que formen parte de sus colecciones y se pudieran admirar”, explica Cortés, que ha creado ya la fauna africana y va a empezar a pintar la española.

Uno de los óleos del artista

Uno de los óleos del artista / A. C.

El artista, con residencia en Cáceres, se trasladó el pasado noviembre a Cazorla a desarrollar el encargo, aunque es en su ciudad donde adquiere todo el material para componer los gigantes lienzos de seis metros cuadrados sobre los que reproduce fotografías profesionales cuidadosamente seleccionadas. "Las imágenes más espectaculares son de la fauna africana, para las próximas obras estoy viendo dar más protagonismo al paisaje y a otros elementos", detalla Cortés, que ha concluido diez cuadros de los 25 que compondrán esta colección realista firmada íntegramente por él.

"Aunque no le doy mucha importancia, cuando me paro a pensarlo supone algo muy importante para mí, porque no conozco a ningún español que le hayan hecho un encargo de esta magnitud", reflexiona el cacereño sobre lo que, sin duda, es una hazaña artística: pintar todos los cuadros de un museo que espera recibir 200.000 visitas anuales. 

Sello propio

El artista estima que terminar la obra le llevará un año y medio, y después de esta experiencia "pasaré una temporada en Cáceres a pensar un poco. Ya iremos viendo la repercusión que tiene, mi plan de futuro es que no tengo plan", admite el pintor, consciente de que este trabajo puede ser un gran escaparate para una obra ya reconocida y con sello propio.

Como exponente de la pintura realista, el artista cacereño, que admira el estilo pictórico de genios como Sorolla, revela que no trabaja con bocetos en el proceso de creación: "Soy un suicida en ese sentido", reconoce el pintor, que tampoco pone título a ninguno de sus cuadros. "No los titulo porque considero que ya un simple título te condiciona a pensar qué te estoy diciendo en ese cuadro, y yo no quiero condicionarte». 

Ésta es una de las máximas de Cortés, un autor que se identifica con una pintura intimista creada a partir de sus propias fotografías. Una marca artística inconfundible nacida en una ciudad que aspira a ser Capital Europea de la Cultura en 2031.

Una de las pinturas 'sin título' de Cortés

Una de las pinturas 'sin título' de Cortés / A. C.