Un ataque de perros cimarrones ha acabado con la vida de 11 ovejas y cuatro corderos en una finca de Jarandilla de la Vera. Lo ha denunciado en el puesto de la Guardia Civil el propietario de la explotación, Carlos Rebote, que según puso de manifiesto en la denuncia los hechos ocurrieron entre las cuatro y las cinco de la tarde del pasado 30 de enero, hora en la que los perros entraron en su finca, situada en el paraje La Lancha, conocido como 'Huerto Rosendo', y mataron a los animales que allí se encontraban.

Manifestaba, además, desconocer quién o quiénes son los propietarios de los perros, así como que del ataque habían sido testigos dos cabreros de la zona.

No es la primera vez que Carlos Rebate sufre un ataque de perros cimarrones en su finca, aunque sí ha sido este el peor, pues según indicó a este diario "los ataques anteriores se limitaron a una o dos ovejas y algunos corderos", pero esta vez "ha sido un ataque masivo, tremendo".

Rebote añadió que prácticamente todas las ovejas que han resultado muertas en este último ataque "estaban degolladas y no habían sido comidas", lo que según indicó es una "prueba evidente de que los perros las mataron solo por el placer de matar". Y además, añadió, los cuerpos estaban repartidos por una extensión aproximada de 10 hectáreas, "otra prueba de que hubo persecución".

Explicó también que la finalidad de las ovejas, propiedad de su hijo, en la finca era casi exclusivamente para mantenerla limpia y evitar el riesgo de incendios, y lo ocurrido "nos obligará a partir de ahora a tener que gastar grandes dosis de herbicida para poder mantenerla".

En cuanto a los perros autores de la matanza, de los que aún "se desconoce quién es su dueño", advirtió que se les sigue viendo por la zona, "algo que preocupa a los ganaderos vecinos, que temen que estos ataques puedan repetirse también con sus rebaños".

En cuanto a la denuncia en sí, Carlos Rebate se mostró algo crítico ante el hecho de que ni el día en que interpuso la denuncia ni al día siguiente se desplazaron los agentes a la finca para comprobar el resultado del ataque de los perros, ya que "ni en el cuartel de la Guardia Civil de Jaraíz ni en el de Jarandilla tuvieron efectivos para hacerlo ni el día 30 ni el día 31 de enero".