En 1961, el pastor Domingo Sánchez Pulido descubrió en las piedras de la sierra, en la finca denominada Los Machos, tres torques de oro macizo de 24 kilates (aprox. S. VIII-VII a. C.) y una pequeña copa o patera de bronce batido, en donde estaban depositados. Uno de los torques acabó en manos de un platero, pero los otros fueron recuperado por el investigador Carlos Callejo y trasladados al Museo Arqueológico Nacional bajo el nombre de Tesoro de Berzocana. La imagen de estos torques será la que dé forma a la escultura que construyen los vecinos para rendir homenaje a sus otros tesoros: las reliquias de sus patronos y la valentía de sus mujeres.