Caminos Jacobeos en la provincia de Cáceres

Los Caminos Jacobeos del Oeste Peninsular en la Provincia de Cáceres conectan nuestra provincia con el Camino de Santiago a través de tres grandes vías: la Vía de la Plata, la Vía de la Estrella y el Camino Mozárabe de las Hurdes. Son una excelente propuesta para los amigos de calzarse las botas, ponerse la mochila, e ir disfrutando de un paisaje por el que han pasado a lo largo de los siglos peregrinos con destino a la tumba del apóstol Santiago en Galicia.

La Vía de la Plata, una de las rutas más destacadas, sigue la antigua calzada romana que conectaba Emérita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga). En Cáceres, los peregrinos tienen la oportunidad de disfrutar de impresionantes paisajes, pueblos históricos y la rica herencia cultural que ha perdurado a lo largo de los siglos. Hitos en este camino son: Alcuéscar, Aldea del Cano, Cáceres, Casar de Cáceres, Garrovillas de Alconétar, Grimaldo, Galisteo, Oliva de Plasencia, Aldeanueva del Camino y Baños de Montemayor.

El Camino Mozárabe de las Hurdes, por otro lado, ofrece una experiencia muy singular. Es una ruta fascinante, que permite a los caminantes sumergirse en impresionantes gargantas, bosques frondosos y encantadores pueblos. Recorre los municipos de Galisteo, Montehermoso, El Bronco, Caminomorisco, Arrolobos y Riomalo de Abajo.

Por último, la Vía de la Estrella, también conocida como Camino de los Valles, ofrece una alternativa apacible y menos concurrida hacia Santiago de Compostela. Este camino transcurre por los valles del norte de Cáceres, llevando a los peregrinos a través de serenos paisajes, donde pueden disfrutar de la autenticidad de los pueblos rurales y la hospitalidad de sus habitantes. Comprende las localidades de Cáceres, Arroyo de La Luz, Brozas, Alcántara, Piedras Albas y Segura (Portugal).

Estos tres caminos, cada uno con su encanto único, convergen en una experiencia inolvidable para aquellos que buscan conectar con la historia, la naturaleza y la espiritualidad mientras recorren los hermosos parajes de la provincia de Cáceres en su camino hacia Santiago.

El descubrimiento de la supuesta tumba del apóstol Santiago a principios del siglo IX, durante el reinado de Alfonso II de Asturias supuso una auténtica revolución cultural para los pueblos que formaban la actual España. Desde muy pronto, peregrinos deseosos de visitar la tumba de uno de los apóstoles de Cristo para obtener el perdón de los pecados se dirigieron hacia la ciudad fundada sobre la tumba, que de esta forma se convirtió en uno de los centros de peregrinación más importantes de la Cristiandad, junto a Roma y Tierra Santa. A pesar de que la ruta más conocida actualmente es el llamado ‘Camino Francés’, que recorría el norte de la Península, a lo largo de la historia, los cristianos y mozárabes peninsulares se dirigieron a Santiago utilizando múltiples vías, en muchos casos coincidentes con las viejas vías romanas. De esta forma, la actual provincia de Cáceres, situada en el oeste peninsular, se convirtió en una tierra de paso para todos aquellos cristianos que desde Andalucía se dirigían hacia Santiago, utilizando para ello principalmente estas tres rutas. 

Vía de la Plata

Durante muchos siglos la Vía de la Plata se mantuvo como principal nudo de comunicaciones en época romana, de donde procede su actual importancia como ruta cultural. Hoy en día, ha sido transformada en uno de los grandes desafíos para miles de peregrinos de todo el mundo. A su paso por la provincia de Cáceres, este camino, homologado como Gran Recorrido 100, recorre algunos lugares muy significativos como la basílica visigoda de Santa Lucía del Trampal en Alcuéscar, la ciudad monumental de Cáceres, el conjunto histórico de Galisteo, el conjunto arqueológico de Cáparra o el valle del Ambroz, entre otros. En todo este trayecto se encuentra una ruta llena de historia, cultura, naturaleza y gastronomía que permite descubrir una provincia de Cáceres diferente. Uno de los máximos atractivos de esta ruta es la multitud de ruinas arqueológicas que la enriquecen. El Camino Jacobeo de la Vía de la Plata es una opción perfecta para aquellos peregrinos que buscan un camino más tranquilo y con menos aglomeraciones.

Vía de la Estrella

La Vía de la Estrella –Gran Recorrido 112- es la denominación que hoy en día recibe la vía romana que unía la provincia de Cáceres con el norte de Portugal, cruzando el Tajo por el famoso puente romano de Alcántara. Durante muchos años se reflexionó sobre la existencia de una vía que justificase la construcción de una obra tan destacada como fue la del puente de Alcántara, y en los últimos años se ha confirmado la existencia de una vía, que no se menciona en las fuentes históricas, pero de la que sí existen numerosos restos (tramos casi completos, miliarios, rastros toponímicos) en el terreno. Esta calzada saldría de Norba (la actual Cáceres) para seguir en dirección noroeste, atravesando los actuales términos y localidades de Arroyo de la Luz, Brozas, Alcántara y Segura. Una vez desaparecido el Imperio Romano, la Vía de la Estrella siguió siendo un camino usado por viajeros, emigrantes portugueses establecidos en los pueblos del actual Tajo Internacional, por los soldados de Almanzor en la campaña que en 997 destruyó Santiago de Compostela o que protagonizaron muchas otras campañas militares durante la Reconquista.

El Camino Mozárabe de Las Hurdes

La tercera de las vías jacobeas de la provincia de Cáceres es el Camino Mozárabe de Las Hurdes, una vía que utilizaban antiguamente los cristianos que vivían bajo el dominio musulmán de la zona de la Trasierra- que hoy ocupa las comarcas de Sierra de Gata, Las Hurdes, Valle del Alagón, Trasierra-Tierras de Granadilla y Valle del Ambroz- para enlazar la Vía de la Plata con el Santuario de la Peña de Francia (en Salamanca) y con el lugar santo del sepulcro de Santiago de Compostela. Su origen se remonta a la Edad Media cuando la población mozárabe de este territorio buscaba lugares más seguros al norte y utilizaba este camino, como un camino tradicional de peregrinación y colonización. Una ruta recién homologada de Gran Recorrido (GR-213), con más de 112 kilómetros que atraviesan 9 municipios y 15 núcleos de población y que es una perfecta alternativa a las vías más tradicionales de peregrinación a Santiago, como puede ser la Vía de la Plata que conecta con esta misma y te desvía hacia la parte más occidental de la península, por tierras salmantinas e hispanolusas. Un recorrido repleto de secretos por descubrir y bosques salpicados de tradiciones y leyendas. Conjuntos históricos amurallados, tierras de regadío y vegas, puentes medievales, ríos de meandros infinitos coronados por bancales y muros de piedra seca o una arquitectura popular de pizarra y leyenda negra que te adentrarán por senderos de misterio al son de la flauta y el tamboril que aún resuena en estas tierras.