La NASA ha recreado un vídeo de animación de cómo Marte, el planeta Rojo, se supone que era hace cuatro billones de años, en comparación con las que se han podido constatar en la actualidad.

Por lo que se ve era muy parecido al nuestro en cuanto a la existencia de agua, ríos y nubes. No así en la exuberante vegetación que nos diferencia, y que observada desde el exterior, anuncia unas prósperas condiciones para la existencia de algún tipo de vida animal.

Los diversos componentes del Universo, formados a partir de la materia y la energía, y acompañados de la constante: espacio-tiempo, van modificando el estado morfológico de sus componentes. De igual manera que lo hace el de nuestra consciencia.

No se entendería, cientos o miles de años atrás, todos estos conocimientos evolutivos sin un cambio morfológico en algunas áreas cerebrales, que nos han convertido en más inteligentes.

Cambios paralelos, sufridos por los componentes del Universo, y contenidas dentro de la constante: espacio-tiempo, serán los responsables de no dejar rastro alguno de nuestra actual y apreciada existencia humana. Cuesta entenderlo.

Pero así parece la conclusión que se saca de las animaciones que nos facilita la NASA del antes y el después en Marte: De aquí a cien (o más) años, todos calvos.