obituario

Gracias por vuestro legado. Querida amiga, Mercedes Guardado

Mercedes Guardado, en una imagen de archivo.

Mercedes Guardado, en una imagen de archivo. / EL PERIÓDICO

María Dolores Plata Chaves

Dice un proverbio inglés que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, en este caso una Extremeña, fuiste una persona de carácter, muy valiente, luchadora, transgresora, moderna, guerrera, innovadora, única, coqueta en el buen sentido de la palabra, adelantada a tus tiempos, rompiste moldes, al igual que lo hizo el museo Vostell del cual fuiste directora artística, un antiguo lavadero de lana, convertido en un centro vanguardista. Qué giro tan inesperado, ¿quién lo diría? En aquella época. Cuánto os debemos el municipio de Malpartida de Cáceres, gracias a vosotros hoy es conocido el pueblo mundialmente, por vuestro tesón y trabajo. Cuánto os debemos los malpartideños, qué suerte que os fijaseis en Malpartida. El museo más visitado de Extremadura. 'El éxito es las sumas de pequeños esfuerzos repetidos día tras día', de ahí las innumerables distinciones; hace poco recibió la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, entregada por los Reyes de España.

Te escribo estas palabras como compromiso de lealtad, cariño y agradecimiento, en honor a nuestra hermosa amistad, que floreció y que realmente alcanzó a tener un gran nivel de importancia, porque transformó momentos difíciles en esperanza y le dio color a nuestras vidas. Resalto en mayúsculas la seguridad de saber que fue una amistad verdadera. No se vio nunca opaca, por nada, ni por nadie, ni edades, ni colores, ni ideas políticas... ni por ningún prejuicio humano. Para mí eres una de las personas de las que me enorgullezco de haber formado parte de tu vida. Me siento feliz de haberte conocido. Qué buenos ratos hemos pasado en la chimenea de tu palacio, las dos somos locuaces, qué rico el champagne y el vino con tu compañía...

Como tú decías: "con uvas y queso, que saben a beso", qué recuerdos, ¡cuántas historias! El viaje a Berlín por el premio de los Derechos Humanos, la entrevista en este periódico, y un largo etcétera. Atesoro grandes momentos. Me cuesta ser escueta, tengo tantas anécdotas en mi memoria, en mi retina y en mi alma...

Hoy se me encoge el corazón, siento el dolor natural de cuando tenemos que soltar y dejar ir a alguien que te importa. Pero también la nostalgia positiva de haberte conocido. Me sentía muy orgullosa cuando tus cuidadoras me decían: dice Mercedes, que tú eres su mejor amiga de Malpartida, pues querida amiga, descansa en paz, hasta siempre.

Nos va a dejar el corazón medio arrugado, y los sentimientos aflorando al límite, porque no es fácil despedirse de alguien que uno quiere y menos cuando sientes que necesitas esa persona en tu vida.

Has dejado una huella imborrable.

Me encanta el arte, la cultura, la amistad y, sobre todo, las mujeres valientes.

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