Poco antes del éxito del disco y el filme Buena Vista Social Club (1997), la música de son cubana había empezado a despegar. Agrupaciones como la Vieja Trova Santiaguera o músicos como Compay Segundo, con una larguísima trayectoria, despuntaron fuera de la isla a principios de los años 90. La película contribuiría a difundir internacionalmente la tradición del son y popularizaría a un puñado de intérpretes, algunos retirados en la propia isla. De esa corriente surgió en 1995 el Septeto Santiaguero, que mañana actúa en la terraza del teatro López de Ayala de Badajoz.

La agrupación recorrerá diferentes vertientes de la música popular de la isla (el son, la guaracha, el changüí, el nengón, el bolero y el bolero-son). Casi todo su repertorio es material propio, aunque también incluye obras de autores clásicos. La formación la integran Fernando Dejar, Rudens Matos, Ismael Borges, Inocencio Heredia, Eddy Lovaina, Alberto Castellanos y Adolfo Aguilera.

Los comienzos fueron duros, según recuerda la discográfica del grupo, Nube Negra. Las dificultades puestas en evidencia por el 'periodo especial' (de crisis económica) dejaron bajo mínimos las estructuras comerciales de la música. Aunque en La Habana el auge de las grandes orquestas se produjo en los 90, en Santiago de Cuba, donde nació el septeto, la mayoría de las orquestas se quedaron sin trabajo ya que no había dinero para pagar agrupaciones tan grandes. La crisis provocó que muchas orquestas se dividieran y se canalizasen en dúos, tríos, cuartetos, quintetos y septetos hacia el turismo. Y a la hora de salir al extranjero era mucho más fácil que viajara un quinteto o un septeto que una gran orquesta.

El Septeto Santiaguero actuó en 1995 en España y un año después grabaron su primer disco, que difundieron en varios conciertos de nuevo en España. Los viajes por Hispanoamérica y Europa se sucedieron. A esta grabación siguieron otras dos que consolidaron la agrupación. Su último disco es Oye mi son santiaguero .