THtabla sin tapujos contra la manipulación de los independentistas catalanes, la herencia franquista, la Ley de la Memoria Histórica o la necesidad de convertir España en un estado verdaderamente laico. Y es que Javier Cercas es ante todo alguien que dice lo que piensa, sin guardar la ropa ni esconder el palmito tras un discurso políticamente correcto que satisfaga a propios y extraños. Nacido en Ibahernando en 1962, ha vivido la mayor parte de su vida en Cataluña, trabajando como profesor de literatura española en la Universidad de Gerona, aunque a raíz del éxito de Soldados de Salamina , decidió dedicar su vida a la escritura y el periodismo. De entre sus obras de narrativa destacan El móvil (1987, reeditada sólo con la novela corta homónima en 2003), El inquilino (1989, reeditada en 2002), El vientre de la ballena (1997), Soldados de Salamina (2001, adaptada al cine por David Trueba en 2003), La velocidad de la luz (2005), Anatomía de un instante (2009) y Las leyes de la frontera (2012). Una veintena de premios de primer orden jalonan su biografía literaria, además de haber recibido la Medalla de Oro de Extremadura en 2005.

--¿Qué ha supuesto Soldados de Salamina en tu creación literaria?

--Para mi creación literaria no sé; para mí, bastante: gracias a ese libro dejé de ser un escritor al que sólo leía su madre, su padre y algunas de sus hermanas para ser un escritor profesional; dejé de ser un escritor posmoderno para ser un escritor post-posmoderno. Otro día te cuento lo que es un escritor post-posmoderno.

--¿Añoras alguna vez la vida en las aulas?

--A mis colegas de la universidad suelo decirles que sí, pero miento como un canalla. De todos modos, también mentiría si dijera que no me gustaba dar clase. Ahora he sustituido las clases por la promoción de mis libros; viajo más, aunque no sé si he salido ganando. En cualquier caso, sigo siendo profesor de mi universidad, que es la de Gerona.

--¿Es posible una creación literaria ajena al mundo político?

--No: todos vivimos en la polis y la política es lo que atañe a la polis. De hecho, con la edad me he dado cuenta de que, a menudo, los escritores más aparentemente ajenos a la política --tipo Kafka o Borges-- son en el fondo los más políticos.

--¿El franquismo discriminó a Extremadura frente a otras regiones con mayor tejido industrial y desarrollo económico?

--Claro. Pero esto no es una opinión: es un hecho. Y el problema es que no fue sólo el franquismo. Lo cual, sobra aclararlo, no significa que los extremeños no seamos los responsables de nuestro destino. De lo bueno, pero también de lo malo.

--¿La Ley de la Memoria Histórica supuso una posibilidad de cerrar las heridas de cuarenta años de odio?

--Fue una ley bienintencionada, o eso creo, pero insuficiente y finalmente fallida. Fue la última oportunidad de hacer justicia por completo con las víctimas de la guerra y el franquismo y de hacer las paces con nuestro pasado. Ya, me temo, no habrá justicia completa, ni haremos del todo las paces. Si quiere saber por qué (o por qué me lo parece), lea mi próximo libro.

--¿Pesa mucho ser primo de un peso pesado del socialismo?

--A mí Alejandro nunca me ha pesado nada (y no conozco a ningún familiar al que le haya pesado); al contrario: la verdad es que le veo poco --y casi siempre en Bruselas--, aunque los Cercas tenemos un gran sentido de clan.

--¿Ha habido cobardía en las etapas socialistas a la hora de romper los famosos acuerdos con la Santa Sede?

--No sé si la palabra es cobardía, pero es evidente que, por culpa de esos acuerdos, España no es del todo lo que cualquier estado democrático debe ser: un estado del todo laico.

--¿Los nacionalismos son herramientas para fomentar el independentismo?

--Para eso y para montones de cosas más, casi ninguna de ellas buena.

--¿El caso Jordi Pujol deja al descubierto la manipulación que algunos han hecho del nacionalismo en aras a su propio beneficio?

--La verdad es que para eso no hacía falta el caso Pujol, pero a mí, se lo confieso, lo de Pujol me tiene todavía en estado de shock: nunca le voté, políticamente estamos en las antípodas (o casi), pero nunca pensé que fuese lo que ha confesado que es. De todos modos, mi pregunta ahora mismo es si estamos ante el rey Lear o ante don Vito Corleone. Esperemos que la justicia nos lo aclare, aunque no va a ser nada fácil.

--¿Hay una tercera vía frente a la consulta y los que la niegan o el empecinamiento hará imposible evitar un choque de trenes?

--No me gusta nada la metáfora del choque de trenes, pero, si es válida para el caso de Cataluña, no hay duda: cuando dos trenes chocan de frente, es que uno viaja por la vía equivocada. Y, como hasta que no se demuestre lo contrario vivimos en un estado de derecho, es fácil saber cuál es. Añado que llevo tiempo predicando en el desierto que necesitamos una Ley de Claridad como la canadiense, que es, hasta donde alcanzo, el único instrumento civilizado para solucionar situaciones como la catalana.

--Un recuerdo de tu infancia en Ibahernando.

--El día en que mi madre señaló en un mapa Gerona, que era el lugar donde estaba mi padre y adonde nos íbamos a vivir.

--Una reflexión ante la vida.

--Que sólo se vive una vez, como decían las de Azúcar Moreno.

--Una anécdota divertida.

--¿Protagonizada por mí? Mi mujer y mi hijo le podrían contar unas cuantas.

--Un rincón donde sentir la paz.

--La casa de mi madre en Ibahernando.

--Un libro de cabecera.

--Borges , de Bioy Casares.

--¿Cómo te gustaría que te recordaran?

--Como una persona decente; es decir: como un tipo capaz de decir No cuando hay que decirlo.