Toda nuestra tradición literaria, filosófica e histórica se apoya en la lectura y conocimiento de la Biblia. Ahora, Alfaguara recupera 'La Biblia del Oso' en la traducción del extremeño Casiodoro de Reina (Montemolín, 1520, Fráncfort, 1594) , la primera realizada íntegramente desde las fuentes originales del hebreo y el griego al castellano común, cuando acaba de cumplirse el 500 aniversario del nacimiento de su traductor, informa la editorial.

Esta nueva publicación, con edición e introducción de Andreu Jaume, cuenta con más de 3.500 páginas divididas en cuatro tomos y presentada en un estuche y tiene como objetivo convertirse en una versión de referencia para los lectores. Para Andreu Jaume, «leer la Biblia constituye un ejercicio cuyas implicaciones se pierden en el ámbito inagotable y poliédrico de la teología, la filología y la filosofía, hasta el punto de que la traducción de los textos bíblicos en sí misma es una alegoría a la lectura, la lectura de todas las lecturas, por así decirlo». El editor y crítico literario Andreu Jaume y el escritor y académico Félix de Azúa, quien ha calificado al extremeño como "uno de los mejores prosistas en lengua española", presentarán esta nueva edición en un acto público que se celebrará en la RAE el 29 de noviembre. De la traducción que hizo Casiodoro de Reina, Antonio Muñoz Molina también ha dicho que "es una cima de la literatura española".

El académico Félix de Azúa califica al sacerdote extremeño como "uno de los mejores prosistas de la lengua española"

Estos cuatro tomos aúnan el Antiguo y el Nuevo Testamento, divididos en Libros históricos I, Libros históricos II, Libros proféticos y sapienciales y Nuevo Testamento. 'La Biblia del Oso' incluye los textos deuterocanónicos y los evangelios apócrifos. Una de las principales características de La Biblia del Oso se centra en el índice, que difiere de la mayoría de las ediciones protestantes que seguían el orden establecido por Lutero. En este caso, Casiodoro de Reina respetó el canon alejandrino de la Septuaginta que el Concilio de Trento convirtió en dogma, aunque posteriormente, en la revisión que Cipriano de Valera hizo del texto de Reina en 1602 este orden siguiese el de Lutero.

No es la primera vez que Alfaguara la publica, puesto que ya en 1987 se lanzó una edición moderna y anotada bajo la dirección de José María González Ruiz, que fue reeditada posteriormente en 2001. La actual edición cuenta con una nueva presentación de Andreu Jaume y ha sido revisada para actualizar los textos aclaratorios que la acompañan.

Andreu Jaume destaca de esta traducción del siglo XVI, el excepcional y arriesgado trabajo de su autor"

Sobre el trabajo realizado por Casiodoro de Reina, Andreu Jaume asegura que fue una "labor excepcional y muy arriesgada", añadiendo que se "consideró tan peligroso en su tiempo que la Inquisición logró silenciarlo durante siglos, hasta el punto de que hoy en día Reina es aún un des-conocido en el orbe hispánico, a diferencia de lo que ocurre con Lutero en Alemania o, en menor medida, con Tyndale en el mundo anglosajón. No se entiende cómo un monje jerónimo de Sevilla, convertido al protestantismo, pudo escapar a la poderosa red de espionaje de Felipe II, zafándose de la persecución en distintos países europeos y sufriendo todo tipo de penurias y difamaciones para al final conseguir ver impresa su versión de la Biblia, después de doce años de trabajo ímprobo. El precio que tuvo que pagar por llevar a cabo tarea fue la censura. Su obra, por desgracia, no ejerció casi ninguna influencia en su país ni en su tradición, como hubiera sido su deseo y de acuerdo con su personal concepción de la fe, pero su valor, en cambio, no ha dejado de crecer con el tiempo". 

El autor

Casiodoro de Reina fue un religioso jerónimo que dedicó su vida a la traducción íntegra de la Biblia al castellano común, soportando el acoso de la Inquisición, que prohibió sus obras por hereje y dogmatizador y lo forzó a un exilio interminable que lo condujo a vivir en Ginebra, Fráncfort, Londres y Amberes. Tras doce años de intenso trabajo y constantes penurias, sosteniéndose con los más variados oficios, consiguió publicar en Basilea en 1569 su Biblia, llamada desde entonces 'La Biblia del Oso' por la imagen que ilustraba su cubierta. De Reina ha pasado al canon literario por su prosa tersa, clara y expresiva. Casado y con hijos, murió en 1594, en Fráncfort, donde ejerció durante sus últimos años como pastor protestante, en paz y habiendo llevado a término la gran obra de su vida.