Sonidos de colección

El primer prototipo de fonógrafo se debe a Thomas Alva Edison en el siglo XIX. Se considera como el primer aparato que consiguió grabar y reproducir la voz humana. Su Tinfoil, tal como se le denominó, fue construido por su mecánico John Cruesi, según los planos diseñados por el propio Edison. El aparato era muy rudimentario: un simple cilindro móvil recubierto de una fina lámina de estaño y un diafragma registrador que también servía para reproducir; todo ello con la ayuda de una pequeña bocina o boquilla que se acoplaba. 

Sin duda, la admiración del alcorino Filiberto Bachero fue clave para conseguir que en l'Alcora se encuentre la colección privada de la retrospectiva del sonido más importante del mundo. Una compilación que no para de crecer. En la actualidad consta de más de 2.000 fonógrafos, cajas de música, gramófonos, radios, gramolas, cilindros de cera y tipos de discos reunidos durante toda una vida por parte de Filiberto y su esposa Manuela.

En el gran chalet que ambos tienen en la capital de l’Alcalatén conviven equipos de radio y sonido capaces de saciar la curiosidad de todo aficionado. Todo allí tiene vida gracias a las manos experimentadas de Filiberto. Asimismo, el internauta puede realizar un recorrido virtual a través de su página web y acceder a explicaciones sobre la vida y la historia de estas antiguas máquinas parlantes que marcaron el incipiente mundo de los primeros registros sonoros. Sin duda, un tesoro único escondido en l’Alcora, donde destacan, entre algunos de los aparatos más significativos, el fonógrafo Tinfoil de su inventor Edison y el Lioret con pesas, el vihographe de Duhamel, el fonógrafo Edison Class M y el Espectacle, el Belinographe, el fonógrafo Edison -Bettini, Columbia BC, Excelsior, el gramófino Berliner, Victor Talking Machine, Iberia, el fonógrafo Edison Concert, Doll 1886 o el gramófono de Aire Caliente. 

Aparatos únicos

Filiberto atesora aparatos únicos que ha ido consiguiendo de países como Francia, Italia, Alemania, Austria, Suiza, Inglaterra y América, además de España, y por los que se han interesado celebridades del mundo de la radio y los medios de comunicación, políticos y hasta empresarios. El propietario explica que "a principios del siglo pasado no surgió ninguna firma autóctona que aportara tecnología propia, tal como sucedía en otros países europeos. Ello determinó que todos los motores y gran parte de las piezas mecánicas de los gramófonos tuvieran que ser importados. Sin embargo, la historia en España del gramófono está asociada a la existencia, en su época, de pequeños talleres artesanales que, a partir de motores importados, eran capaces de construir gramófonos de singular belleza, aunque lamentablemente es muy poca la información conservada de estas pequeñas marcas españolas".

Documentación histórica

La colección de Filiberto supone un admirable esfuerzo de recopilación y documentación de nuestra historia más remota. Junto a los conocidos fonógrafos Edison y otras máquinas excepcionales que marcaron el incipiente mundo de los primeros registros sonoros, su complicación agrupa gran número de gramófonos y radios, entre los que destaca una muestra única de aparatos fabricados en España, como el Calophono de Iberia del que se conoce solo la existencia de un ejemplar. 

Además de su etapa profesional relacionada con la industria cerámica, destacan también en Filiberto sus facetas de metereólogo, coleccionista de fotografías antiguas y músico, pues forma parte del grupo Los Palmers y de la Rondalla de l'Albà. Con todo, l'Alcora no debe dejar caer en el olvido esta valiosísima colección que constituye un patrimonio de enorme valor que debe de ser conservado para el conocimiento de generaciones venideras.