El Cacereño está montado para el hijo del presidente". Las palabras son de Pedro Muñoz, nuevo portero del Zamora, en el periódico local La Opinión . La rajada navideña del guardameta sevillano ha sido de órdago tras asegurarse la salida del club verde. Antes del acuerdo de rescisión, sus declaraciones a los medios cacereños habían sido moderadas, quejándose ambiguamente de su desaparición de las alineaciones, pero ahora se ha soltado el pelo en Zamora.

"Tengo que reconocer que me equivoqué fichando por el Cacereño", dice, sin tapujos. "Mi padre me había avisado de que no fuese a ese equipo porque el hijo del presidente pertenecía a la plantilla y jugaba de portero", argumenta, reviviendo así la controversia que surgió cuando el anterior entrenador, Juanma Generelo, fue destituido y su sustituto temporal, José Ignacio Aguinaga, otorgó la titularidad a Félix Campo junior pese a que Muñoz sólo había encajado un gol en cuatro jornadas. Luego, la llegada de Ismael Díaz no varió la situación.

"EL PEOR CLUB"

El alivio del jugador del Zamora no parece tener límites. "¡Menos mal que ya ha terminado todo! No volveré a un sitio así donde no me han respetado absolutamente nada", proclama.

Aún así, remarca que "del Cacereño no me han echado, me he ido yo" y que "había que hacer borrón y cuenta nueva porque ha sido el peor club en el que he estado". Pese a ello, asume que la entidad extremeña no le puso "muchas pegas" para marcharse.

Pedro Muñoz espera que le "respeten las lesiones" y muestra esperanzas para ser titular en Zamora, del grupo I de Segunda B, pese a que ya hay otros dos porteros en la plantilla.