Cáceres ya tiene como mínimo un pequeño ascenso, independientemente de lo que pase este fin de semana. Uno de los jugadores de baloncesto más queridos en la ciudad, Nando Vicario, logró subir de categoría --de la EBA a la LEB Bronce-- el pasado fin de semana con el Valdemoro.

La vida de Vicario dio un giro hace tres años, cuando prefirió dejar el basket profesional --jugaba en la actual LEB Oro con el extinto Cáceres CB-- y marcharse a Madrid a estudiar fisioterapia. Su calidad le permitió compatibilizar los libros con las canchas, aunque fuese a menor nivel, y en unos días ha culminado un doble éxito, ya que, además de ser campeón de la fase de ascenso, ha terminado la carrera.

Su próximo reto es apoyar desde la grada al equipo de su ciudad, donde tiene dos grandes amigos como José María Panadero y Juan Sanguino. "Espero que suban, el corazón me dice que van a lograrlo. Conozco bien a la gente de Illescas y, aunque tiene un equipazo, varios jugadores claves como Reggie Moore y Joe Alonso tienen problemas físicos. Luego, a Gijón lo veo más asequible que Axarquía", analiza.

Su consejo es que "disfruten, porque el ambiente que se crea para lograr un ascenso es muy bonito. Ha sido el primero de mi carrera y, aunque pueda parecer a una categoría baja, para mí ha sido especial".

A los 32 años espera establecerse en Galicia ejerciendo su profesión, aunque ya ha recibido el interés de equipos como el Rosalía que incluso confían en él para jugar en LEB Oro. "Me veo bien", apostilla.