La Vuelta 2011 corre al ritmo de Joaquim Purito Rodríguez. Por ahora, no hay corredor que le haga sombra. El cuenta que tiene una serie de etapas marcadas en rojo y las va descubriendo poco a poco. ¿Cómo desvela el secreto? Pues consiguiendo victorias en las mismas. Primero ocurrió el miércoles en Valdepeñas de Jaén y ayer en San Lorenzo de El Escorial. Por si fuera poco, el ciclista catalán se vistió con el jersey de líder, ante otra cita favorable para él: la cumbre salmantina de La Covatilla, donde finaliza hoy la novena etapa.

Purito comienza a disponer de una interesante ventaja al frente de la general. Poco a poco va distanciando a sus contrincantes, aunque cualquier renta parece poco de cara a la contrarreloj de Salamanca, prevista para mañana. Si no hubiese este contratiempo por el camino, ya se podría comenzar a escribir que el corredor del Katusha empieza a tener amarrada la carrera, aunque este año no debe preocuparse en exceso si la situación se le complica en Salamanca.

Hace un año apenas quedaba territorio para lanzar una ofensiva tras fallar contra el cronómetro en Peñafiel. Pero esta alocada, nerviosa y frenética Vuelta está escrita para que gane un escalador --no un contrarrelojista-- y las mejores etapas de montaña se reservan para los paisajes de Asturias. "Me he propuesto perder dos minutos y medio como máximo en la contrarreloj", desveló tras su victoria en El Escorial. Este sería el panorama perfecto para Purito. Ayer noqueó a sus rivales al aprovechar el kilómetro final con rampas de hasta un 27% ("conocía el final porque vine a verlo con Dani Moreno después de correr la Clásica de Ordizia el pasado mes de julio y me hacía mucha ilusión ganar aquí", manifestó) en una jornada en la que abandonó Oscar Freire. H