En su primer gran reto como campeón europeo, Javier Fernández se marcó como objetivo "acabar en el top 5 en los Mundiales". Consciente de la calidad de sus rivales, no osó soñar con el podio. Y se quedó corto en sus expectativas, pues el viernes (madrugada del sábado en España) el madrileño conquistó la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de patinaje artístico, que concluye hoy en London (Canadá), con una nota de 249,06 puntos.

Esta nueva hazaña del que a sus 21 años ya está considerado el mejor patinador español de todos los tiempos solo fue superada por el canadiense Patrick Chan (267,78), que contaba con la ventaja de patinar en casa y logró el título por tercer año consecutivo, y el kazajo Denis Ten (266,48), la sorpresa de la competición. Por el camino se quedaron el canadiense Kevin Reynolds (bronce provisional, quinto en la general), el japonés Daisuke Takahashi (sexto), el francés Brian Joubert (noveno) y el checo Michal Brezina (décimo), que partían mejor colocados.

Tras la decepción del miércoles con el programa corto, Fernández llegó al Budweiser Gardens dispuesto a arañar al menos dos puestos más.