Está maldito el Tau Castelló-Cáceres. En la primera vuelta tuvo que aplazarse por un accidente de tráfico del equipo levantino, que finalmente aceptó jugar en el Multiusos unas semanas después. Y ahora, programado en principio para mañana a las 20.30 horas, puede cambiar de escenario otra vez de forma inesperada. El motivo es que unas rachas de viento, que llegaron a ser por momentos de 90 km/h, arrancaron unos mil metros cuadrados de la tela asfáltica que cubre el techo del pabellón Ciutat de Castelló.

Pese a ello, el Cáceres viajará hoy sin más novedad que la duda de Nikola Rakocevic, que sufrió un esguince de tobillo el martes y no ha entrenado en los dos últimos días, aunque al menos no se le ha inflamado. Pero en realidad no sabe dónde jugará exactamente mañana porque si llueve, como indican algunas previsiones climatológicas, el juego se vería previsiblemente afectado.

La única alternativa es la cancha ‘B’ que es obligatorio comunicar a la Federación Española a principio de cada temporada por si se produce uno de estos casos inesperados. Y en el caso del Tau Castelló es el Centro de Tecnificación Deportiva de Villarreal, una localidad más conocida por sus recientes éxitos futbolísticos y que está a apenas ocho kilómetros de Castellón de la Plana. El precedente más reciente ocurrió el viernes en el Coruña-Barcelona B, que se tuvo que trasladar a Santiago por los problemas en el pabellón de Riazor.

Los responsables del club extremeño ya recibieron ayer la comunicación de que se podría dar esta circunstancia. Las relaciones entre las dos entidades son buenas después de resolver satisfactoriamente el contratiempo que supuso aplazar de mutuo acuerdo y con el apoyo federativo el partido de la primera vuelta.

El Tau Castelló prepara el regreso de Borja Arévalo, su base titular, que ha estado de baja durante mes y medio por una severa pubalgia.