La Guardia Civil inició ayer los interrogatorios a investigados y testigos de la riña multitudinaria entre padres de futbolistas infantiles del partido Alaró-Collerense disputado el pasado fin de semana en Alaró (Mallorca).

Los agentes de la Benemérita ya han visionado el vídeo de los incidentes y han tomado declaración a varias personas, entre ellas, un policía local que estuvo presente en la batalla campal entre progenitores y aficionados.

En declaraciones a los medios, uno de los testigos calificó de «vergonzoso» lo ocurrido, mientras que el policía comentó que varios de los involucrados en los hechos están «muy arrepentidos».

El presidente de la Federación Balear de Fútbol de les Illes Balears (FFIB), Miquel Bestard, se reunió con la delegada de Gobierno, María Salom, para hacerle entrega de un informe elaborado por la Comisión Antiviolencia.

El fútbol de Baleares prevé elaborar un registro de personas violentas y actuar contra los espectadores antideportivos.