Si hay que rebuscar en la hemeroteca para hacerse una idea de cuántas victorias se necesitan para salvarse en LEB Oro, los implicados --entre ellos el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, claro-- van a acabar incluso más confusos de lo que lo están ahora. Resulta que esta temporada, en la que bajan los tres últimos y no los dos como en los años anteriores, es bastante probable que hagan falta menos victorias que nunca bajo el formato de 18 equipos.

Especialmente llamativo es lo que ocurrió hace un año, cuando en un igualadísimo final a dos equipos, el Clavijo de Logroño y el Sammic de Azpeitia, no les bastó con ganar 12 partidos para seguir en la categoría. Ambos acabaron empatados con ese registro con el Força Lleida, que sí se salvó de la quema. Justo por encima terminaron con 13 Huesca, Ourense, Palma y Barcelona B.

Lo más probable es que ahora baste con 11 victorias. Al menos esos son los cálculos que maneja con prudencia el Cáceres, que ahora tiene 9 y que está prácticamente seguro de que venciendo dos de sus tres restantes citas frente a Melilla (fuera), Granada (casa) y Canoe (fuera) podrá evitar bajar a LEB Plata. Pero incluso hay escenarios en los que puede ser suficiente vencer en la última jornada en Madrid.

Alrededor de Prat

Más alejado, con 8 triunfos, está el Prat, pero tiene en su mano darle un giro si los dos próximos fines de semana vence a dos oponentes directos como Canoe (ahora 10 triunfos) y Barcelona (9, empatado con el Cáceres). Las combinaciones son muchas, pero por lo que parece a los extremeños les convendría que el Canoe mantuviese a raya a un Prat, con el que el conjunto de Roberto Blanco tiene el ‘average’ desfavorable. En todo caso, lo mejor es que sigue dependiendo de sí mismo. Araberri, con 7, lo tiene negro.

La temporada 2016-17 quizás admite una comparación más cercana a la situación actual: bajaron Marín Peixegalego (8 victorias) y Calzados Robusta (10) y también lo hubiese hecho el Magia Huesca (11) de aplicarse la reglamentación actual, ya que fue antepenúltimo. Más atrás ya no se puede ir: o bien había menos de 18 equipos en la LEB Oro o se jugaba un ‘playoff’ de descenso para establecer quién bajaba.