«Es especial volver a tu tierra pero me debo a este club que me ha dado la oportunidad de jugar mis primeros playoff, voy a defender estos colores y quiero que pase el Badajoz y conseguir el ascenso que todos queremos». Con la máxima ilusión se muestra uno de los mejores guardametas de la categoría, Kike Royo, cancerbero del Badajoz, que coincidirá en la eliminatoria ante la UD Logroñés con su excompañero Sergio Rodríguez, actual entrenador del equipo riojano. Aunque el portero blanquinegro fue convocado a varios partidos en Segunda B con el equipo de La Rioja, no llegó a debutar. «Guardo buenos recuerdos porque hice buenas relaciones e incluso Iñaki sigue en el equipo, haciendo una carrera muy buena en Segunda B y este año volvió al Logroñés. Al fisio también lo conozco, estuve en su clínica con masajes en pretemporada para llegar a punto y ya hablé con ellos y les deseo suerte para la temporada que viene».

Kike Royo reconoce que el Logroñés no quería enfrentarse al Badajoz. «Es cierto que la gente nos quería evitar. Nos hemos ganado no solo el respeto de nuestro grupo sino de todos por lo que se ve y eso es un punto a favor, pero no quiere decir que seamos favoritos. La eliminatoria está al cincuenta por ciento, los dos equipos llegamos en dinámicas parecidas y será una eliminatoria complicada para ambos».

Un campo históricos

Del estadio de Las Gaunas, el meta riojano dice que «guardo muy buenos recuerdos porque he sido socio del Logroñés toda la vida. Es un campo histórico en el que se respira fútbol del bueno, pero no tiene nada que envidiar al ambiente que se vive en el Nuevo Vivero cada dos semanas».

Su rival es muy seguro atrás, encajando solo 22 goles, el segundo menos goleado de los cuatro grupos. Kike añade que «por desgracia se les ha lesionado en el cruzado el portero Miguel. Nunca deseas el mal a ningún compañero y menos a alguien que conoces. El Logroñés es un equipo muy sólido, con muy buenas transiciones y hace muy buenos sus goles. Nosotros no somos tampoco muy goleadores pero encajamos poco».

Y enfrente, el Badajoz, que está imparable. «No hemos podido acabar mejor la temporada e incluso el otro día perdimos, pero con tres chavales de la cantera que hicieron un partido espectacular. Juegue quien juegue da la talla». La clave el sábado a las 19.00 horas, «no encajar y meter como mínimo un gol. Un 1-0 tampoco es malo, pero en casa tenemos que ser un equipo muy exigente con el rival desde el primer minuto y que pase lo que tenga que pasar, pero que pasemos nosotros la eliminatoria».

Una semana de descanso que ha venido muy bien al equipo titular. «Si hubiéramos tenido que jugarnos la cuarta plaza en la última jornada en Sanlúcar, nos hubiera desgastado más. El haber hecho los deberes antes de tiempo nos ha venido muy bien para desconectar y cargar pilas. Desde la tarde del martes estamos preparando el partido del sábado», finaliza diciendo el guardameta del Badajoz.