No traten de explicar este partido porque, por mil vueltas que le den, no habría lógica alguna en cada renglón. El fútbol es un carrusel de emociones que puede multiplicarse por cada jugada en partidos que se juegan a corazón abierto. Como el del Extremadura ayer, jugándose el todo o nada ante un Mirandés que decidió jugar con él a la ruleta. En esas, cuando la cosa está más complicada, el Extremadura es especialista en salir vivo. Ayer, cuando más oscuro se atisbaba el cielo de la salvación, apareció uno de esos milagros inexplicables de este equipo al que hay que golpear miles de veces para tumbarle. El gol del Pardo, empujado por las ocho mil almas del Francisco de la Hera, provocó una explosión de felicidad de esas que se viven un par de veces por lustro. Un gol que cose el alma rota de un Extremadura que se vio sepultado en la tabla, pero que apareció cuando nadie le esperaba. Infinita fe la de sus leones.

Extremadura y Mirandés nos dibujaron un combate de golpes de ilógica lectura. Nadie dominó y nadie fue superior. Jugaban con golpes al mentón. De un lado y otro. A ver quién aguantaba más.

Manuel se inventó a Borja Granero de lateral y metió a Olabe por dentro para equilibrar el once del Extremadura. La fórmula podemos decir que le salió bien por la victoria, pero los azulgranas fueron muy irregulares durante todo el partido.

La primera oportunidad del partido la tuvo Pinchi, que remató al pie de Limones tras una excelsa maniobra de Alex Alegría. El placentino es una joya para este Extremadura. Baja balones, los aguanta, toma buenas decisiones, siempre está en todas...y hasta marca, oye. Una bendición.

Nono, que estuvo prácticamente en todas las jugadas de ataque, disparó al cuarto de hora para el despeje certero de Limones a córner. Y poco después, Alex Alegría, tuvo en sus botas adelantar a los de Manuel sin fortuna.

El Mirandés apareció tan sólo una vez en ataque en el primer acto, pero tuvo la mejor. Álvaro Peña no definió en el mano a mano ante Casto, que resolvió con una gran parada.

eléctrico / El partido cambió de panorama y tensión en la segunda parte. El Extremadura, angustiado por su precaria situación en la tabla, se fue hacia arriba y encontró su premio del hombre que menos le había aportado en todo el año: Pastrana. El alcarreño recogió un rechace tras una buena jugada de Nono para clavar un latigazo al cajón de Limones. Un soberbio gol.

La respuesta del Mirandés no se hizo esperar. Al mentón. Gran jugada colectiva, Guridi abre a Franquesa, centro del zurdo y remate precioso de Antonio Sánchez a palo cambiado. Golazo. Vuelta a empezar.

El empate quedó aturdido al Extremadura, que preso de su ansiedad no pudo generar ocasiones de gol. En una contra, el Mirandés reventó la mandíbula azulgrana. Centro desde la derecha y remate a gol de Matheus.

Tocaba apelar a la épica. A un puro milagro de un Extremadura descosido. Apareció entonces Alex Alegría, para embocar rápido el empate tras rematar un córner en el primer palo. Vida.

Los azulgranas, con el alma en las manos y el corazón entre los dientes, se lanzaron a la portería de Limones como si no hubiera mañana. El árbitro dio cinco de añadido y, en la mitad del descuento, un córner abierto quedó a los pies de Pardo, que reventó el corazón de todos con un derechazo que se clavó en el ángulo del Mirandés. Un golazo del Emperador para agarrar a todos a la fe infinita. A este Extremadura incansable que nunca, nunca, nunca deja de creer.

EXTREMADURA 3-2 MIRANDÉS

Goles: 1-0 Pastrana, min.54; 1-1 Antonio Sánchez, min.58; 1-2 Matheus, min.75; 2-2 Alex Alegría, min.79; 3-2 Pardo, min.92.

Árbitro: Milla Alvéndiz (andaluz). Amarillas a los locales Olabe, Kike Márquez y Carrasco; y a los visitantes Sagnan, Guridi y Matheus.

Estadio: Francisco de la Hera.

Espectadores: 8.000.

Extremadura: Casto; Granero, Pardo, Fran Cruz, Bastos, Cristian (Sergio Gil, min.70), Olabe (Alex López, min.82), Nono, Pinchi, Pastrana (Kike Márquez, min.79), Alex Alegría.

Mirandés: Limones; Alex (Joaquín, min.36; Ohemeng, min.88), Sagnan, Odei, Franquesa, Guridi, Malsa, Íñigo Vicente, Antonio Sánchez, Marco André (Matheus, min.72), Álvaro Peña.