Estos días, Borja García está de mudanza. Entre entrenamiento y entrenamiento, toca mover trastos de acá para allá. Va a vivir en Cáceres, pero no por una cuestión de futuro, simplemente para centrarse cien por cien en el Cacereño, en la preparación del playoff exprés y «olvidarme de la carretera». «No es momento de hablar de futuro, no toca. Te podría decir que eso ni importa ahora. Lo único importante es el ascenso por el que vamos a pelear». 90 minutos a «todo o nada». Y, si ante el Coria es todo el día 19 de julio, otros 90 después bajo la misma premisa. «Nada porque sería como tirar un año», dice él, lesionado durante tres meses y que apenas acababa de reaparecer cuando la pandemia del coronavirus se llevó todo por delante.

Borja García sabe de playoff. Ha jugado varios a lo largo de su carrera. Y por eso está seguro de que lo que viene es totalmente diferente. Por muchos motivos. Porque no hay margen de error, porque al Cacereño solo le vale ganar (el empate beneficia al Coria), porque llevan mucho tiempo sin jugar, porque probablemente no puedan disputar partido alguno hasta ese día, el 19 de julio. «Pero esto es igual para los dos, como el escenario y el tiempo de preparación», matiza.

La vuelta a los entrenamientos (semana y media lleva el CPC trabajando en el Príncipe Felipe) la ha hecho con muchas ganas, como todos los demás jugadores, pero reconoce que «al principio cuesta, es normal, pero ya vamos cogiendo ritmo y entonándonos para estar lo mejor posible». No hay prisa. Se lo ha dejado muy claro el técnico Julio Cobos. «Nos ha pedido que avisemos si tenemos una sobrecarga, que es mejor parar uno o dos días ahora que tener que estar después dos o tres semanas sin entrenar». Y lo están cumpliendo, avisa.

También cumplen con las medidas de seguridad, sobre todo él, relata, que se ha hecho muy amigo del gel hidroalcohólico. «Me hecho al principio, al final, en cada descanso para beber, jejeje».

El buen rollo predomina en los entrenamientos, «pero también hay momentos en los que nos ponemos muy serios», dice. Todo con el objetivo de llegar al cien por cien al 19 de julio, un cita donde el aspecto psicológicos «será muy importante», dice Borja García, «aunque más el aspecto físico. Si estás bien físicamente, la cabeza se va adaptando», asegura él, un futbolista que quiere vivir un nuevo ascenso y, después de eso, ya se podrá hablar de futuro. Pero eso solo será después.