Numancia: Dani Barrio; Héctor, Calero, Admonio, Adri, Escassi, Curro (Otegui, min.87), Erik Morán, Sola (Nacho, min.42), Mateu (Noguera, min.44), Higinio.

Extremadura: Casto, Ale Díez, Granero, Fran Cruz (Pardo), Bastos, Lomotey (Sabit, min.74), Rocha (Cristian, min.61), Pinchi (Airam Cabrera, min.74), Zarfino, Nono, Alex Alegría.

Gol: 1-0 Calero, min.12.

Árbitro: Moreno Aragón (Comité de Madrid). Amarilla a Adri, Escassi, Calero, Héctor, Curro e Higinio por los locales; y a Pinchi, Nono y Lomotey por el conjunto almendralejense.

Estadio: Los Pajaritos de Soria. Sin público.

Soria le arrebató al Extremadura (1-0) las escasas opciones de permanencia que le quedaban todavía al equipo azulgrana para agarrarse a esta Segunda División. Más en concretamente, el Numancia, un equipo que se le vio visiblemente tocado, pero que vivió de un zapatazo de Calero en el inicio del partido y lo supo conservar de manera estoica ante un Extremadura improductivo en ataque. Las matemáticas aún no certifican el descenso, pero los números y el escenario de la clasificación indican que es cuestión de jornadas, salvo milagro inaudito.

Salió más conectado al partido el Numancia, que bombardeó en faltas al Extremadura para encajonarlo en su área en el primer cuarto de hora. A los doce minutos, fruto de esa insistencia, Calero sorprendió a todos con un zapatazo desde larga distancia que se coló como un rayo en las mallas de Casto ante una maraña de jugadores. Un golazo que abría una herida por donde sangraría todo el partido el Extremadura.

Los de Manuel no hicieron un buen primer tiempo, aunque tuvieron un par de ocasiones aisladas. Primero Nono, que se sacó un latigazo desde fuera del área que obligó a Dani Barrio a despejar a córner con apuros. Y luego con Zarfino, que aprovechó una buena dejada con el pecho de Bastos, pero el remate del uruguayo se marchó fuera. El Numancia acabó con muchas problemas y con dos lesiones importantes de Sola y Marc Mateu, quienes tuvieron que ser sustituidos antes de que terminara el primer tiempo.

En la segunda parte, el Numancia pudo acabar con la película mucho antes si no hubiera sido por Casto, que sacó tres paradas antológicas para dejar con vida a su equipo en la recta final. Primero en un mano a mano con Nacho, que adivinó el portero extremeño. Después en un centro chut de Calero, que se envenenó y obligó a Casto a meter una mano prodigiosa a córner. Y, por último, tras una jugada de Higinio que tampoco resolvió en el mano a mano ante Casto, que se volvió gigante en la segunda parte.

Le había dado minutos bonus el portero del Extremadura a sus compañeros y los de Manuel se echaron arriba con más corazón que cabeza en los últimos 15 minutos. Nono tuvo una ocasión muy clara para empatar el choque, pero su vaselina sobre Barrio se marchó por encima del travesaño.

Al filo del 90, una falta lanzada magistralmente por Airam Cabrera se fue besando el palo de la portería de Barrio en una ocasión que hubiera metido en la pelea al Extremadura. Hubo ocho minutos de añadido, y en esa prolongación, Barrio volvió a sacar una mano antológica en un empalme de volea de Airam Cabrera, cuyos minutos sobre el campo fueron muy buenos.

El Extremadura se fue desangrando en el campo, impotente por no encontrar el gol y por el arsenal de faltas que el árbitro Moreno Aragón pitó en contra de sus intereses y que fue minando la moral de los azulgranas.

Soria deja al Extremadura prácticamente senteniado. Las opciones son muy remotas. Dos años de fútbol profesional que están a punto de acabarse.