Luis Parejo (Almería, 6-2-1989) verá colgado tarde o temprano su camiseta con el ‘33’ del Cáceres Patrimonio de la Humanidad en lo alto del Multiusos, pero antes tiene que pasar tragos como el de este viernes, cuando defienda la del Levitec Huesca en un partido importantísimo en la lucha por la permanencia en la LEBOro. El ‘hombre récord’ verdinegro (tope en temporadas, partidos jugados y puntos anotados en la historia del club, entre otras marcas) está viviendo un año difícil y se está mentalizando para que la catarata de emociones que sabe que va a vivir no afecte su rendimiento.

¿Cómo está? Lleva una temporada accidentada...

Me voy encontrando mejor. Nunca había estado tanto tiempo lesionado. Empecé con molestias y en enero tuve una medio rotura en el isquio. Luego se fue derivando hacia la cadera y el pubis. A final de febrero me mandaron parar durante un mes y medio y luego tuvimos un brote de covid. Pero para mí lo importante es cómo está el equipo, que creo que vive el mejor momento de la temporada. Yo voy cogiendo mi ritmo.

Al principio tuvo un partido casi perfecto...

Confiaba mucho en mi trabajo. Me había estado preparando todo el verano para el reto de venir a Huesca y ser un jugador importante. Estaba concienciado para ello. Mientras estuve bien físicamente, mi rendimiento fue bueno. Luego ya he tenido más altibajos.

Es difícil que lo reconozca, pero... ¿se ha arrepentido alguna vez de dejar Cáceres?

No. No suelo arrepentirme de las decisiones que tomo. Suelo meditarlas mucho con mi mujer, Cristina, y optamos por salir de Cáceres. Optamos por Huesca porque era lo que más se amoldaba a nuestras expectativas, lo que más ilusión nos hacía.

Ya jugó contra el Cáceres en la primera vuelta, pero no será lo mismo que hacerlo en el Multiusos, y además con público...

Prefiero mil veces que sea con aficionados en la grada porque haber jugado gran parte de la temporada sin ellos ha sido triste. Jugar contra Cáceres en Huesca fue más fácil. Para mí, ir al Multiusos será duro, pero una vez que se eche el balón al aire no voy a pensar más allá del propio partido. Sí que me hace mucha ilusión.

Es consciente de que será rotundamente ovacionado...

He dicho «cuando se eche el balón al aire». Me vendrán muchos recuerdos y posiblemente me emocionaré. Lógico porque son muchos recuerdos después de siete años jugando allí, viviendo muchas cosas. Soy consciente de que es un partido especial, diferente, y tendré que hacer un esfuerzo extra, de concentración, para evadirme de todo lo que no sea baloncesto.

¿Qué partido intuye?

El Cáceres va a salir con todo después del partido que hicieron en Murcia. No se puede permitir salir relajado con la afición ahí. Será duro, intenso... Si conseguimos bajar su ritmo de anotación creo que tenemos bastantes posibilidades de ganar.

¿Cómo ve al Cáceres de esta temporada?

Es un equipo muy peligroso. Si les dejas que jueguen en cómodos, tienen dinamita y muchos puntos.

¿Qué pensó cuando en Huesca miró al banquillo rival y vio a Roberto Blanco?

No soy un jugador que esté pendiente de lo que pasa fuera de la pista. Estoy bastante concentrado con lo que pasa en ella. No me afectó en Huesca y no va a afectarme ahora. Por supuesto que le voy a ver y nos vamos a dar un abrazo antes y después del partido.

La situación en el grupo de permanencia está muy caliente, con siete equipos intentando evitar dos plazas de descenso...

Desde mi punto de vista, es injusto que vayan a bajar cuatro equipos de los nueve que hay en el grupo, cargarse esos proyectos en un año en el que muchos han hecho un esfuerzo por salir adelante. Pero lo que es peor es que muchos clubs han pasado por el aro.