1 - Calamonte: Fuentes; Marco, Villegas, Parra, Diego, Alexis; Juanan, Pildo (Troi, minuto 70), Berna (Roldán, minuto 65); Enrique (Tarik, minuto 89) y Carrasco.

0 - Olivenza: Ciga; Castilla, Alex, Ricardo, Raúl (Bodión, minuto 46); Borja Romero, Silva, Pinheiro; Flores (Esteban, minuto 40), Romero y Casero. 

Gol: 1-0: minuto 64, Parra, de penalti.

Árbitro: Quijada Alcón. Amonestó a los visitantes Borja Romero y Bodión. 

Incidencias: Partido correspondiente a la penúltima jornada del grupo de permanencia de la Tercer División extremeña disputado en el estadio Municipal de Calamonte. 540 espectadores. La entrada fue libre hasta completar el aforo permitido.

Semana llena de exaltación del amor al club. Vídeos motivacionales y el siempre manido recurso de entrada libre al estadio para pedir el calor de una afición que este año ha sufrido más que disfrutado del Calamonte. La permanencia estaba en juego y eso lo sabía la institución, el cuerpo técnico y los jugadores. Tras dos goleadas bastante dolorosas por el cómo, al equipo rabúo solo le valía la victoria ante un rival, el Olivenza, que, dicho sea de paso, ya no se jugaba absolutamente nada. Y no falló ni la afición, que acudió en masas al estadio, ni el equipo, que mostró hambre y necesidad por una victoria que les hace estar a un paso de lograr matemáticamente la permanencia en Tercera División (1-0). 

Empezó el Calamonte de Alberto Ortiz avisando con un disparo de Carrasco que atrapó sin problemas Ciga, el guardameta del Olivenza. Se palpaba un mayor nivel competitivo en el equipo blanco que en los oliventinos, que esperaban bien ordenados atrás cualquier error para castigar a la contra. Y la tuvo Romero, pero Fuentes demostró reflejos y salvó a su equipo. Descanso. 

No fallar

Con la convicción de no fallar en una cita importante salió el Calamonte tras el descanso. Sin Joaqui Flores ya en el verde por lesión, el Olivenza no encontró forma de meter miedo al combinado rabúo. Pidió penalti la afición por un derribo en el área sobre Diego, pero el colegiado no apreció tal acción punible. 

Siguió atacando el combinado blanco, que con Enrique por banda y Carrasco por el centro del ataque encontró un filón para crear daños al Olivenza. Justo de una jugada por banda llegó la pena máxima. Derribo claro sobre Enrique y el colegiado no duda en decretar el penalti. A 11 metros de la gloria. No falló Manolo Parra (1-0). 

No se conformó el combinado de Alberto Ortiz, que siguió buscando con ganas aumentar la renta sobre el rival. Quique Roldán la tuvo en sus botas, en un mano a mano del que salió victorioso Ciga, que salvó en varias ocasiones al combinado visitante. Se llevó el triunfo el equipo que más lo busco: el Calamonte. Aún falta una cita para confirmar una permanencia que rozan con los dedos.