El Extremadura, de momento, no puede fichar al tener bloqueados los derechos federativos por la FIFA. Pero sí puede vender. Y, de hecho, es lo que más necesita para empezar a inyectar dinero líquido a las secas arcas del club. Un jugador apetecible de mercado es Sabit Abdulai, que el pasado año fue cedido al Getafe en un movimiento que pretendía, precisamente, lo que se ha conseguido: revalorizar al jugador. El medio centro ghanés, de 22 años, se marchó al filial del Getafe para jugar en Segunda B, pero el técnico del primer equipo, Bordalás por entonces, le empezó a llevar a los entrenamientos y le hizo debutar con el cuadro azulón tanto en la Copa del Rey como en Primera División, donde llegó a jugar tres partidos en el tramo final de temporada. 

Sabit ha dejado buena impronta en Getafe y el club azulón está dispuesto a llevárselo. Está claro que no pagará el millón de euros que ronda su cláusula, máxime en las circunstancias del Extremadura, pero el club almendralejense sí espera una negociación interesante por el jugador que pueda dejar cash y, posiblemente, contactos para posibles jugadores cedidos. 

El Getafe ha mostrado interés en quedarse con Sabit y, de hecho, se lo ha trasladado al Extremadura. El club azulgrana está negociando la posible venta, sabiendo que será necesaria para darle oxígeno económico a la entidad. Manuel ya hizo debutar a Sabit hace dos años en Segunda División. Incluso, el ghanés marcó uno de los goles de la despedida de curso ante el Deportivo de la Coruña. Recientemente, ha debutado con la selección de Ghana sub-23 y tiene un futuro prometedor. 

Su polivalencia, pudiendo jugar en la medular y en el centro de la defensa, unido a un crecimiento exponencial de su rendimiento y sus cualidades lo han convertido en un elemento apetitoso para el mercado. 

Caso Zarfino 

Otra venta interesante que pudiera hacer el Extremadura para ganar algo de líquido es la de Gio Zarfino. Para el club azulgrana es inasumible quedarse al jugador con una ficha que ronda los 400.000 euros anuales, por lo que tendrá que darle salida. Peñarol de Uruguay lo quiere y tiene el interés de otros clubes. El Extremadura quiere rascar un traspaso, pero los clubes que lo quieren esperan a rebajar las pretensiones azulgranas. Evitar un culebrón como el del pasado año con el Tenerife es el objetivo de las partes, pero han de entenderse primero. 

De otro lado, el Extremadura sigue a la espera de inyectar el capital económico necesario procedente del nuevo grupo inversor para levantar las denuncias en AFE y espantar los fantasmas de un descenso administrativo. La fecha tope es el 30 de junio.