Baloncesto. LEB Oro

Gael Bonilla y Pau Carreño asumen el reto de ser los aleros altos del Cáceres

El mexicano afirma que en su incorporación tras el Mundial que «si tengo que jugarme los tiros, lo haré». Su teórico reserva destaca las «ganas» del equipo

Pau Carreño y Gael Bonilla, junto al presidente del Cáceres, José Manuel Sánchez, y responsables del Instituto Fones.

Pau Carreño y Gael Bonilla, junto al presidente del Cáceres, José Manuel Sánchez, y responsables del Instituto Fones. / CÁCERES BASKET

Javier Ortiz

Javier Ortiz

Gael Bonilla y Pau Carreño llegaron unos minutos tarde a su presentación como jugadores del Cáceres Patrimonio de laHumanidad, pero es el único retraso que piensan tener vistiendo la camiseta verdinegra. Los dos ‘treses’ de la plantilla, que se conocen desde que hace siete años coincidieron por primera vez en la cantera del Barcelona, enarbolaron sus irrefrenables y juveniles ganas de cumplir con los respectivos papeles que se les han asignado:el de referente en el caso de Bonilla y el de complemento, dándole descanso la mayor parte de las veces, en el de Carreño.

Sobre Yahir Gael Bonilla Silva (Ecatepec de Morelos, México, 26-2-2003) lleva mucho tiempo diciéndose que será una estrella. Y sabe que Cáceres será una estación importante para ello, a la espera de conseguir el pasaporte español y, al menos en teoría, con mucho protagonismo sobre la pista. 

«Mi objetivo es seguir mejorando. Somos un equipo joven, pero podemos dar muchas sorpresas. No he seguido mucho la LEBOro, pero no importa que sea mi primera temporada en esta competición», comentó. Efectivamente:no hay término medio en él. Ha disputado el último Mundial en Asia con la selección absoluta, tuvo una reciente experiencia en la G League de laNBA y el Barça debutó en la Euroliga, pero no en la Liga Endesa, circunscribiéndose su aportación en competiciones nacionales a la Liga EBA.  

«Si lo pienso mucho, tendré presión y es algo que no quiero. Quiero darlo todo en la pista y ya está, pero si tengo que jugarme los tiros, lo haré», explicó sobre la responsabilidad que supone, en principio, ocupar una de las dos plazas de extracomunitario.

Según dijo, puede «aportar bastante en ataque, en defensa, ayudando al rebote, ayudando a mis compañeros a anotar también». Bonilla apreció «la oportunidad», proclamando que piensa «aprovecharla». Su debut se producirá el próximo sábado ante el Sporting de Portugal en la vuelta del Torneo Turismo Provincia de Cáceres, ya que se consideró demasiado precipitado que lo hiciese en la ida del domingo pasado, recién llegado de su experiencia mundialista. Invitó a los espectadores a apoyar al equipo, previendo que «van a disfrutar mucho si vienen a los partidos. En pista va a haber mucha energía». 

Carreño y su 1,92

El mexicano habló por último de su compañero de posición, al que definió como un «muy buen tirador . Si le dan el balón estando solo, la va a meter». Además, «puede defender todas las posiciones exteriores porque es bastante rápido». Pau Carreño Vidal (Barcelona, 7-11-2001) le devolvió los elogios: «Gael es un jugador con una habilidad única, mucho talento y un físico privilegiado. No tengo dudas de que nos ayudará mucho. Tiene muchísima calidad y cierta experiencia ya».

También se mostró «muy ilusionado, con mucha energía para dar lo mejor y ayudar al equipo en lo que pueda acatando las órdenes del entrenador». Lo definió como un «gran paso profesional» para él, ya que también debutará en LEB Oro tras jugar en Plata la pasada campaña con el Sant Antoni. «Es un premio que tienes que recoger y aprovechar la oportunidad. Hay que disfrutar al máximo del equipo, de la ciudad y de la afición».

Sobre él sobrevuela una duda: ¿puede ocupar el papel de alero alto midiendo 1,92?No es lo habitual ni siquiera en la LEBOro, pero está seguro de que cumplirá con el reto. «El tema de la altura me da un poquito igual. Esto es un deporte y no hay números que valgan. Hay muchas maneras de suplirlo. Es un factor importante, pero no determinante», zanjó. De Lisboa regresó con «sensaciones muy buenas» porque «competimos contra un equipazo sin apenas conocernos. El equipo tiene ganas. Hay errores, pero la intención de hacer las cosas es lo importante». Por último, asumió la juventud que reina en el vestuario («a lo mejor podemos pecar de no ser tan pícaros como otros jugadores de la liga», pero también aportó el antídoto:«podemos suplirlo a base de esfuerzo».

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