Baloncesto. Torneo Turismo Provincia de Cáceres

El Cáceres remonta y deja buenas sensaciones (71-59)

Hansel Atencia y Gael Bonilla lideran la victoria ante el Sporting Clube de Portugal en el Multiusos 

Hansel Atencia supera la defensa del Sporting.

Hansel Atencia supera la defensa del Sporting. / Carla Graw

Javier Ortiz

Javier Ortiz

Los partidos de pretemporada son lo que son, pero siempre está mejor ganarlos que perderlos. En el caso del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, su primera victoria de la preparación supuso al mismo tiempo ganar también un título, el Torneo Turismo Provincia de Cáceres, ante el Sporting Clube de Portugal. El 71-59 culminó una apurada remontada tras lo sucedido hace siete días en Lisboa, cuando uno de los ‘gallitos’ de la liga lusa se impuso por 90-79.

El encuentro no fue bueno en cuanto a calidad y por momentos se hizo insoportable por su larguísima duración, impropia incluso de una cita de carácter oficial. Dos horas y 20 minutos y aquello acababa ni a la de tres, con numerosas interrupciones en gran parte debidas al espíritu excesivamente protestón de los portugueses. Es lamentable porque es algo que se repite cada verano contra equipos del país vecino, que se lo tienen que hacer mirar. Son partidos amistosos, irmãos.

El entrenador del Sporting y tres de sus jugadores fueron descalificados, acumulando técnica tras técnica para desesperación general. En el otro lado de la balanza, el positivo, sí estuvo la competitividad que reinó, tomando cariz de ensayo serio por momentos. Y eso es fantástico a estas alturas, cuando es tan importante ir cogiendo sensaciones.

NOMBRES PROPIOS

Las del Cáceres, solidario y esforzado, mucho mejor que hace justo un año, fueron en general positivas, vaya por delante, aunque tampoco faltaron los jugadores que sembraron dudas. El principal es Dikembe André, claramente pasado de peso. Para jugar en LEB Oro hay que lucir más atlético, a pesar de que el brasileño dejase algún detalle también interesante.

Los mejores fueron los otros dos latinoamericanos del Cáceres, Hansel Atencia y Gael Bonilla. Ambos pusieron la primera piedra para convertirse en los nuevos ídolos de la afición. Uno base y otro alero, son sin embargo muy similares en algo fundamental en este deporte: la generosidad. Ambos están excelentemente dotados para el pase y, pudiendo hacerlo por calidad, no parecen pensar demasiado en el casillero de la anotación. Muy bien, encabezando un quinteto inicial que desde ya puede considerarse sólido. Y eso que Greg Gantt no tuvo el día desde la esquina --seguro que le entrarán muchos de esos triples liberados-- y que a Vaidas Cepukaitis le falta todavia un puntito para mandar bajo tableros. Remu Raitanen cumple como ‘4’ abierto.

Vaidas Cepukaitis pasa el balón.

Vaidas Cepukaitis pasa el balón. / Carla Graw

Lástima que en la ‘segunda unidad’ no hubiese tantos claros y sí más sombras aparte de la de André. Se supone que cuando Pablo Rodrigo esté recuperado de su problema muscular los minutos de Dani Rodríguez no serán tantos. 

El viento fue mucho más a favor con el Cáceres con ese quinteto inicial en pista. Tras el 25-22 del primer cuarto y el 40-35 del descanso, decisivo para escaparse fue el tercer cuarto, justamente el momento que más daño hizo en Lisboa. Con 57-42 (min. 25) la esperanza creció muchísimo y, aunque los portugueses se agarraron al partido con uñas, dientes y mejorables modales, el emocionante final terminó sonriendo al anfitrión. Confirmado en el desenlace: Atencia va a ser casi siempre el jugador más bajito en pista con su 1,78, pero también el que menos miedo tiene.

El Cáceres posa con el trofeo.

El Cáceres posa con el trofeo. / CÁCERES BASKET

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