Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres despierta demasiado tarde

Los verdinegros caen ante el Ourense tras tirar los tres primeros cuartos y reaccionar en el último (73-61)

Gregg Gantt defiende a un jugador del Ourense durante el partido jugado en el Pazo dos Deportes Paco Paz.

Gregg Gantt defiende a un jugador del Ourense durante el partido jugado en el Pazo dos Deportes Paco Paz. / @COBSAD

Área 11

73 - Club Ourense Baloncesto: Adika Peter-McNeilly (7), Karamo Jawara (11), Javier López (7), Mindaugas Kacinas (11), Ivica Radic (13) --cinco inicial--, Álvaro Palazuelos (7), Unai Mendicote, Sergio Llorente (12), Samuel Rodríguez (5), Romaro Gill.

61 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Gael Bonilla (2), Hansel Atencia, Vaidas Cepukaitis, Gantt (20), Juanjo Santana --cinco inicial--, Pablo Rodrigo (9), Remu Raitanen (13), Dikembe André (5), Dani Rodríguez (9), Pau Carreño (3).

Marcador por cuartos: 15-6, 37-20 (descanso), 59-33 y 73-61.

Árbitros: Pol Franquesa Vázquez, Rodrigo Garvin Domingo y Joan Fanés Marginet. Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la cuarta jornada de la LEB Oro disputado en el Pazo Dos deportes Paco Paz, 1.200 espectadores.

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad tiró a la basura los tres primeros cuartos del partido ante el Ourense y, cuando quiso reaccionar en el último, le faltó tiempo para sacar algo positivo de su visita al Pazo Paco Paz (73-61), donde los locales marcaron pronto las diferencias con un parcial inicial de 12-0 ante un rival que tuvo, de inicio, muchos problemas en la pintura y que fue de mal en peor. Y es que los de Roberto Blanco, con una defensa más que floja y un paupérrimo porcentaje de acierto en sus lanzamientos, solo estuvieron vivos en el último cuarto cuando, después de ir perdiendo de 28 puntos, lograron ponerse a solo 7 a falta de 4 minutos. Pero Ourense supo cortar la reacción de los extremeños, que solo pudieron al final maquillar el resultado.

No le iba a resultar fácil al Cáceres derrotar al invicto Ourense, y, por si quedaba alguna duda, los de Roberto Blanco se encontraron de inicio con un parcial de 9-0. Intentaban los extremeños apretar los dientes en defensa, pero lo cierto es que se mostraban demasiado blancos atrás, dando facilidades a su rival que, además, supo sacar provecho de los errores ofensivos de su contrincante para contraatacar con solvencia.

Tuvo que parar el partido el técnico de los cacereños mediado el primer cuarto para tratar de cambiar la dinámica de los suyos, que se precipitaban cada vez más en sus acciones, aunque aún tuvo que esperar a encajar el 12-0 antes de ver como Rodrigo, desde el exterior, ponía los primeros puntos en el casillero visitante cuando se había cumplido ya el minuto 6 de juego (12-3).

Empezaba a despertar el Cáceres, que conseguía secar el ataque de los locales durante dos minutos, pero faltaba más precisión y calma en ataque para superar la zona local y los puntos tampoco llegaban en el bando visitante. La sequía la rompían los locales, que aprovechaban un error defensivo de los cacereños para colocar el 15-3 en el luminoso.

La superioridad de los locales en la pintura era aplastante y los datos hablan por sí solos: el primer cuarto acababa con un 5 de valoración total para los jugadores del Cáceres, mientras que en las filas locales, solo Jawara tenía ya 10, con 5 puntos anotados y 6 rebotes capturados.

Problemas

Tenía que reaccionar el conjunto cacereño y lo hizo en el inicio del segundo cuarto manteniendo la intensidad defensiva y encomendándose a la visión de juego y veteranía de Dani Rodríguez para ir recortando distancias (20-14, minuto 13). Sin embargo, seguían teniendo muchos problemas los extremeños en el juego interior, donde Radic y Jawara se imponían siempre, cortando la tímida reacción de los visitantes. Una canasta de este último, tras otro rebote defensivo de los locales, obligaba de nuevo a Roberto Blanco a pedir tiempo muerto cuando se cumplía el minuto 14 y los locales se habían escapado ya de 14 puntos (28-14).

No le salía nada a los visitantes, que veían como el Ourense seguía ampliando diferencias en el electrónico (31-14, minuto 16). Volvía a pista Cepukaitis, que se había ido en el minuto 4 después de haber cometido su segunda personal, pero tampoco con él en pista el equipo encontró soluciones a sus problemas, aunque en la recta final del cuarto conseguían reducir mínimamente las diferencias (37-20).

La segunda parte

A la vuelta de vestuarios las cosas no mejoraron. Roberto Blanco había pedido a los suyos más intensidad en defensa, pero lo cierto era que la defensa extremeña apenas se podía denominar como tal y los cacereños daban muchísimas facilidades a su rival. Cepukaitis se había quedado en el banquillo de nuevo y Dikembe se veía completamente superado, lo vio así el técnico verdinegro, que los cambiaba en el ecuador del tercer cuarto después de un parcial de 13-7 que había elevado la ventaja local hasta los 23 puntos (50-27). 

Una nueva canasta de los locales obligaba al preparador de los cacereños a parar de nuevo el partido (52-27). Nada funcionaba. Solo Gantt, con 8 puntos en el inicio del tercer cuarto, mantenía viva cierta esperanza en un Cáceres completamente desarbolado (52-29). Y mientras, a los locales les salía todo, incluido un triplazo de Llorente casi desde media pista que ponía el 57-29 en el electrónico a falta de 3 minutos para el final del cuarto.

Rodrigo tomaba el relevo de Gantt para tratar de que los suyos no se hundiesen del todo, acompañado por Raitanen, no fue suficiente y al último cuarto se llegaba ya con 26 puntos de renta para los locales y el partido decidido (59-33).

Sin embargo, el Cáceres no bajó los brazos y aprovechó el exceso de relajación de los locales para meterse en el partido de lleno, colocándose a solo 10 puntos a falta de 4 minutos para el final bajo el liderazgo de Dani Rodríguez (64-54). Paraba el partido el técnico local, pero un triple de Gantt apretaba el marcador hasta el 64-57. Sin embargo, ahí se acabó el partido para los cacereños. Ourense recuperaba la intensidad defensiva y la precipitación se adueñaba de los visitantes, que no podían ya con el rival.

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